La mayoría de los personajes que habitan este volumen de cuentos son niños y adolescentes forzados a abrir los ojos a la realidad. Ese despertar al que alude el título del libro no es otra cosa que la crueldad, la violencia y el desencanto del mundo en sus diversas manifestaciones: la religión y la pantomima de sus retiros espirituales, el acoso escolar y las oscuras venganzas de las que son capaces quienes lo sufren, el sangriento calvario de los inmigrantes en busca del paraíso, los absurdos planes de hacer dinero en el mercado de los comerciales televisivos o la frustración transmutada en impostura de los maestros universitarios; todos, ritos de paso que llevan a los protagonistas hacia el otro lado del espejo, donde los deseos se hacen añicos. Cada que te atrevas a soñar, parece decirnos Javier Caravantes, es mejor mirar entre las sábanas: puede haber un nido de alacranes esperando.