La poesía es, como dijo Mallarmé hace más de un siglo, el lugar en donde se guardan y custodian las palabras de la tribu, su sentido más profundo, y esa custodia se realiza muchas veces al frente de la historia, como en esas épocas luminosas que llamamos vanguardias en las primeras décadas del siglo XX, otras veces mira hacia atrás y vigila que no perdamos el rumbo al desvincularnos de nuestro pasado. Pocas veces , sin embargo, se da un mestizaje entre las actitudes experimentales y la búsquedas clásicas: son algunos los escogidos: Dario, Lugones, López Velarde. A esa estirpe quiere unirse Benjamín Baena Hoyos con sus poemas reunidos en Otoño de tu ausencia. De ese mestizaje surge una extraña cadencia, un acento inquietante. ¿Si T. S. Eliot llamó a abril el mes más cruel, cómo llamaríamos a octubre? Por eso la poesía de Baena Hoyos es tan inquietate y necesaria.