La línea de la sombra, publicada en 1917, a una novela breve en la que Joseph Conrad nos narra una vivencia personal que tiene en 1888, cuando se encontraba al mando del barco Otago. Al respecto, él mismo reflexiona que esta experiencia se convirtió, con el paso de los años, en algo grande, al ser matizada por la perspectiva del recuerd, que hace ver con cariño los pasajes de los que uno no puede avergonzarse en la vida propia.
Ésta es una de las más grandes obras de habla inglesa y una de las obras maestras de Conrad. Y no sólo se lo debe a su impecable factura o a la grandiosa imagen del hombre de mar luchando contra los elementos. En esta historia, Conrad logra sumergirse en las profundidades de la mente humana, la propia, y representar, en esa frágil y sutil línea de la sombra, el momento de vida en el que las circunstancias empujan a un joven a asumir una responsabilidad, instante casi siempre imperceptible en el que hay que dejar atrás la primera juventud, para adentrarse en el camino del hombre, en el inicio de la madurez. Ahí radica su grandeza.