Con una clara influencia de Juan Rulfo, De las cenizas en la tierra de Nestor Pinacho, merecedora del Premio Nacional de Novela Joven José Revueltas 2018, expone desde la ficción, sin sutilezas ni concesiones, la desgarradora violencia en la que está inmersa una comunidad de algún rincón de México.
Entre la crudeza y la desesperanza, los habitantes de Cozocuautla, espacio imaginario, pero cuyo contexto es un calco de la realidad mexicana actual, se encuentran sitiados por el ejército; las autodefensas; la policía, y, desde luego, por “ellos”, los innombrados. Así, a través de los ojos de los dos protagonistas —por un lado, un niño que cuenta su infancia, y por el otro, un joven que años después regresa su pueblo natal—, el lector será testigo de cómo la cotidianeidad del lugar poco a poco se transforma en un acto de sobrevivencia.
Esta obra representa todos los no lugares de nuestro país en donde se vive sin ley ni estado de derecho, y da voz a aquellos olvidados por la justicia y la memoria colectiva. Porque, cuando el autor se pregunta “¿qué será de todos los niños malditos que crecimos en Cozocuautla?”, más bien indaga sobre el destino de quienes crecen entre las cenizas de este México.