Aún siendo una poesía que mira hacia fuera, que se quiere tragar el mundo, la de Báez posee una autoconciencia del instrumento que toca. Hay aquí reflexión sobre la poesía, sobre el poema, sobre el poeta. A propósito, a Frank le debo la más exacta definición que conozco: "el poeta es a la poesía lo que las tuberías son al agua". Y también uno de los más acertados consejos: "escribe pensando que este es el último poema".
En su poesía conviven un hondo lirismo y un desparpajo adolescente que conquista al lector de inmediato. Debo decir que estamos ante una de las voces más innovadoras, más auténticas y más comunicativas de la poesía latinoamericana de hoy. Que no es casualidad la coincidencia de juicios entusiastas de sus lectores. Que ahora todos nosotros somos testigos de los primeros pasos de un poeta que será, Dios lo proteja, una celebridad en la poesía de nuestro idioma.
Darío Jaramillo Agudelo
Nueva Biblioteca de Poesía Hispánica