En este ensayo, galardonado con el Premio Luis Cardoza y Aragón de Artes Plásticas, Ignacio Padilla muestra que la escasa atención de los artistas hacia el sismo del 85 ha generado un fantasma que no encuentra descanso. ¿Qué queda de aquel desastre en la conciencia colectiva de una sociedad que, por otra parte, insiste en no olvidar el 2 de octubre o la crisis de 1994? ¿Puede decirse que hubo un arte de los sismos? ¿Cuáles son las asignaturas pendientes de nuestra memoria colectiva, que tocaría resolver a las artes? Inspirado en el trabajo de autores como Sebald y Sontag, que han alzado puentes entre el arte y la memoria, Padilla analiza la creación artística producida durante y después del 19 de septiembre de 1985. Arte y olvido del terremoto examina las maneras en que hemos olvidado la mayor parte de las catástrofes naturales ocurridas en México, a partir de las obras de artistas que se involucraron en la representación de esa tragedia, entre los cuales sobresalen Gabriel Orozco, Mauricio Maillé, Sergio Toledano, Rubén Ortiz, Ulf Rollof, Eloy Tarcisio, Antonio Luquín, Germán Venegas, Enrique Metinides y colectivos como la Compañía de Luz y Fuerza o el Semefo. La responsabilidad del arte y los medios electrónicos sobre la amnesia colectiva, así como una invitación a examinar la influencia de dichos desastres en la construcción de una memoria nacional conforman el contenido de este breve y sustancioso ensayo, una breve historia de la representación del dolor en la cultura mexicana.