En estas páginas se reúnen tres obras dramáticas, mediante las cuales el autor explora cómo la separación y el adiós marcan nuestras vidas. Quemar las naves, la primera de ellas, reconstruye fragmentariamente una falsa biografía de la pintora Remedios Varo. Montecassino: relatos para el fin del mundo retoma el formato de las antiguas radionovelas para presentar un conjunto de voces que esperan la catástrofe absoluta, mientras permanecen encerradas en un búnker. Y, finalmente, en Vis a Vis la intimidad de una pareja se apaga ante el peso de sus fracturas.
Imanol Martínez construye una propuesta dramática que atiende tanto las exigencias del texto como las posibilidades de la escena. A menudo esta apuesta linda con recursos poéticos y discurre ensayísticamente; por momentos enfatiza sus rasgos narrativos y, en otros, diluye toda anécdota. El resultado es un teatro abierto, alejado de las estructuras convencionales, que no busca representar la realidad, sino desarticularla con la fuerza de la nostalgia.