Los ensayos de este volumen constituyen una colección alimentada pacientemente con apuntes de viajes, crónicas personales, recuerdos de lecturas y referencias históricas. La autora nos invita a descubrir algunos faros reales –como el de Alejandría– y otros procedentes de la literatura –en obras como las de Virginia Woolf, Lawrence Durrell, Suetonio, Homero, Plinio el Viejo, James Joyce, Herman Melville, José Gorostiza o Luis Cernuda–. De forma paralela, nos sumerge en una reflexión sobre los límites del coleccionismo, al cual interroga con una mirada lúcida y marcada por la añoranza.
Como afirma el escritor español Antonio Muñoz Molina, «Jazmina Barrera ha tejido un relato a la vez informativo y poético, lleno de pormenores peregrinos y concretos y de sugerencias que resuenan, como motivos musicales, las unas en las otras. Los faros de este cuaderno son faros literales que todavía se encienden de noche en las costas del mundo y faros que se apagaron hace siglos, y algunas veces faros que nunca existieron, faros de la mitología y de los proyectos de los ingenieros, faros inevitablemente dotados de un simbolismo que atraviesa la historia de la literatura y que parece alojarse en alguna parte muy profunda de nuestro vocabulario psíquico, del catálogo de imágenes que existen con la misma fuerza en la realidad que en los sueños».