Las seis narraciones reunidas en este volumen están conectadas entre sí y retratan con precisión un mundo descarnado. Sus protagonistas deambulan entre la incertidumbre y encuentran unas pocas vías de escape fumando piedra, recorriendo bares y cantinas, acentuando las posibilidades del sexo. Las historias suceden en un entorno familiar definido por la doble moral, las mentiras y las pretensiones ridículas, así como en una ciudad del norte que sólo les ofrece un destino marcado por el desempleo, algunos placeres efímeros y la cercanía de otros seres que experimentan sus propios hundimientos.
La Monalilia y sus estrellas colombianas golpea al lector con su lenguaje que resiste las vaguedades literarias y, en cambio, retrata la crudeza de lo real y la fuerza de lo inmediato. Con sorna, virulencia y dosis precisas de humor, Nazul Aramayo se muestra como un cuentista que sabe capturar el vértigo del mundo cotidiano.