Siguiendo los lineamientos de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, Lourdes Rojas Álvarez nos ofrece el más notable de los discursos de Lisias, destacadísimo orador del siglo v a. C. En esta obra, su autor, sin la exaltación de un Demóstenes y gracias a un pathos sui generis, consigue mover los ánimos del jurado ante el cual pronuncia su oración. Las circunstancias históricas que enmarcan el discurso exigen de Lisias sus mayores esfuerzos: trata de obtener la condena de Eratóstenes —uno de los Treinta Tiranos de Atenas y asesino de Polemarco, hermano del orador—, y se propone señalar, ante el pueblo griego —a veces desvirtuando la realidad de los hechos—, a los Tiranos responsables de la ruina de Atenas. Emplea múltiples recursos estilísticos y estructura su discurso de tal manera que, hábilmente, logra que la acusación gire de Eratóstenes a los Tiranos que, a su vez, son acusados de atacar a los atenienses. Tras las impugnaciones de Lisias subyacen sus ideas políticas, de corte marcadamente democrático.
El estudio introductorio resulta sumamente esclarecedor para la cabal comprensión de la obra. En él, Lourdes Rojas, tras estudiar la evolución de la oratoria griega, señala los aspectos estilísticos y sociales del corpus lisiano, analiza los acontecimientos histórico-políticos de la Atenas postpericlea y presenta una paráfrasis del Contra Eratóstenes donde comenta la estructura del discurso exponiendo la argumentación que emplea Lisias en sus acusaciones. La traducción, aun en sus aspectos sintácticos, es fiel al texto griego, sin traicionar por ello el castellano. Las notas auxilian notablemente al lector para la comprensión de la obra.
Es éste, sin duda, el más notable de los discursos de Lisias, En él trata el orador de obtener la condena de Eratóstenes, uno de los treinta tiranos de Atenas, y el asesino de Polemarco, hemano de Lisias, y al mismo tiempo señala los treinta tiranos como responsables de la ruina de Atenas.