Las obras reunidas en El idiota de palacio refieren a actos violentos de hombres afianzados irremediablemente a políticas tambaleantes que mantienen una única consigna: la lucha armada del hombre frente al hombre. En este libro desaparecen las posturas definidas y en su lugar crece una lista de personajes que se traicionan unos a otros con el fin de hacer más palpables las nociones básicas de justicia, libertad e igualdad. Así, en obras donde el sarcasmo y la parodia se vuelven una constante a la hora de desmantelar el aparato político, en “El idiota de Palacio (o El firmamento tiene más de un sol)” queda plasmado el intento fallido de un general por instaurar la paz en un pueblo sometido por la inseguridad y el desenfreno de grupos delictivos. Por otra parte, “Díptico de un pueblo” muestra las impresiones y el diálogo fatídico de cinco personajes internados en un monte brumoso, donde la tensión prevalece a través del flujo de conciencia. La última obra, llamada “Alusión”, irrumpe con un leguaje sólido y la posibilidad de nombrar algo con mil formas.