Esta convocatoria del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo, en la que participaron 59 obras de 14 ciudades del país, hace evidente el desarrollo de una parte de la actual dramaturgia joven en México. Ésta se halla en un momento de desarrollo, de riqueza, de renovación, de efervescencia. Las obras aquí reunidas, como muchas otras que constituyen el corpus actual de la dramaturgia joven, muestran un momento de revigorización en el tratamiento de personajes, estructura y planteamientos dramáticos de acuerdo con las visiones frescas de nuestros autores en torno a los avances y cambios de la sociedad, la ciencia, la política y las relaciones interpersonales. La obra ganadora, "Carajo, Malena" de Zaría Abreu es una obra audaz en su estructura y en su planteamiento, con personajes consistentes, juegos escénicos, variedad de representaciones alternativas, un nuevo lenguaje y una visión personal en torno a las relaciones amorosas y sexuales. "Café Hemigway" de Carlos Nóphal es una propuesta con universos cargados de significación, una obra bella y altamente seductora, con diálogos poéticos y personajes oníricos. "Van a matar al Toño" de Alberto Castillo contiene un realismo pintado de humor en torno al mundo de las drogas y la violencia. "México de rodillas" de Víctor Salcido nos muestra una realidad de criminalidad y de juegos de poder donde lo siniestro y lo cínico habita en una ciudad rota, vendida al poderoso país del norte, donde el amor se contamina con las relaciones peligrosas del hampa. "La inocencia de los condenados" de Aída Andrade muestra una correlación entre el mundo en que vivimos y el mundo de los muertos, con fuertes referencias teatrales que sirven de detonadoras de la fábula teatral dentro de la obra misma. Así pues, podemos decir que este volumen, que reúne la obra ganadora y cuatro finalistas, es una muestra del buen nivel de la dramaturgia entre los jóvenes autores.