Sueños del desasosiego de Raymundo Aguilera es un conjunto de poemas caleidoscópicamente conjugados, un querer penetrarse en el otro hasta lograr ser uno. “Conmigo sin ti me extravío de mí/ duermo por lo que no existe/ despierto por lo que puede existir/ con tú sin yo”. En ellos hay una necesidad de búsqueda y desolación: “te busco entre enredaderas invisibles/en las cansadas baladas de rebaños/en la églogas de Eriodo/ y en el reloj tictaqueando sobre mi almohada”. Cada poema acentúa la ansiedad del pasado inmediato, ellos develan de manera clarísima el destino del escritor. “no quiero ser/el naufragio”, para dejar atenuar la existencia: “duele vivir de amarillo opaco/ ardiendo a la intemperie”. El poeta no deja de sorprendernos en su gorgoteo de colores, en el respiro que dan sus metáforas, “como el salmón poniendo aire de por medio”, a través de una gramática eficiente, al contrario de lo que piensa “una gramática estéril llena de pleonasmos / el croar inútil de un sapo mutilado”. Bajo estas características, y la clara influencia de Pessoa, encuentra la relación existente entre lo onírico y su realidad.
Acaso el poeta sea un alquimista que guarda su existencia en su creación, “una metáfora erguida de luz/ guardo con el cariño de un anticuario / en los escarabajos de mi memoria”.