Con una narración tranquila, y a la vez vigorosa, Judith Solís Téllez abre la puerta a un mundo en el que lo ordinario y la sobriedad son trazados bajo la suave mano de la fantasía y la imaginación; un mundo en el que lo maravilloso es descrito de manera tan natural y precisa que adquiere lógica y sentido; un mundo que se edifica lo mismo en una situación irreal, extraña y remota que en la más ordinaria, trivial común.
Sin embargo, no se trata de una fantasía que adorna y adereza narraciones, sino de una fantasía que da pie a la historia y a la anécdota. Pero este no es su único mérito, ya que la fantasía de los cuentos aquí reunidos provoca situaciones que se desarrollan en una abierta rebeldía ante el mundo ordinario, y que desembocan en ambientes extremadamente trágicos, hilarantes y asombrosos.