Leonardo Varela posee una de las voces poéticas jóvenes más profundas de Baja California Sur. Su escritura combina el asombro y la agilidad con la agudeza y la madurez. Buscador incansable, es lo mismo un astuto gambusino que un curtido navegante: traza una ruta y suelta amarras; el viaje se vuelve, entonces, una permanente aventura verbal.
Aunque los temas de Leonardo Varela son todos los temas, Prohibida azul distancia es una geografía femenina, un mapa que el autor ha trazado con paciencia y conocimiento: una carta de navegación. Los puntos cardinales, las estaciones, los puertos que son cada sueño, todo, tiene el mismo centro: el amor. Viejo tema que en la voz del poeta rejuvenece para afrontar mares procelosos en noches y albas encarnecidas; cada palabra arde al contacto de la imagen; cada imagen está cargada con la erótica magia de la imaginación.
Sólo los hombres de mar pueden hablar de la prohibida azul distancia que guarda, siempre, ecos peninsulares. Nadie que no haya naufragado alguna vez o haya sentido, al menos, el presagio del desastre puede convocar al temible ponto. Antiguos navegantes reencarnan y se hacen a la mar; viaje interminable del deseo en busca de su destino: la amada, la otra orilla por alcanzar, el faro en riesgo permanente de negar su luz.
Leonardo Varela convoca todos los tiempos en el instante amoroso, la prohibida azul distancia es, así, lo mismo un presentimiento que un recuerdo.