Sobre el lago, de Manuel Cruz, es un poemario donde, de inmediato, se establece una relación poeta-lector, poema-poesía, apoyada esta última en una plena soltura de ritmos y cadencias. Es grato al oído el encontrar poemas de una hechura muy bien solucionada: las imágenes están purificadas por el buen manejo del lenguaje y, ante ello, diríase que estamos no ante un autor que empieza a descubrir su voz, sino por uno que ya conoce los secretos de la escritura poética. Al referirse precisamente a la escritura, dice el poeta: "Un ave blanca/sobre la noche traza su línea", y después: "Se aleja el ave/hasta disiparse en la negrura". En cualquier página que se abra este libro, el lector encontrará un poema bien realizado, con un lenguaje lírico cuidadoso y seguro.