El nombre de este libro, Alejándose avanza, nos sitúa desde el principio en su territorio poético: comarca de una voz que nombra directamente ciertos movimientos de la vida mostrándonos que son más profundos, más secretos, más intensos de lo que parecen. Como fugas que se convierten en cercanías, con silencios que hablan, los poemas de Ana Belén López sutilmente señalan detrás de las cosas a personas, encuentran en los lugares más seguros frágiles presencias, ven entre la gente fuerzas misteriosas, perciben en el tiempo un fugaz vacío, y en el silencio, entre los pliegues agudos del silencio, el reino omnipotente del deseo. Callado, el deseo todo lo toca en esta poesía: sin decir su nombre, todo lo mece, lo vuelca, lo reanima, y las formas de su tiranía se vuelven pausadamente las formas de la vida.