El desfile de personajes en los relatos de Cabalgata en duermevela va dejando tras de sí un estado de inquietud obligada. Con alucinante escritura, y utilizando puntualmente la minificción y lenguaje metafórico, Édgar Omar Avilés crea un ambiente perturbador a lo largo de las dos secciones del libro —“Sombras de cabalgata” y “Susurros de duermevela”. Nos sitúa en las peores pesadillas de seres disímiles, como la desesperanza que enfrentan un par de ancianos discutiendo sobre la noticia de que Dios ha dejado de existir, o la paranoia de un indigente con delirio de persecución. Todos ellos divagan en la peligrosa y frágil línea entre la vida y la muerte, que pareciera es la misma entre la vigilia y el sueño.
Este libro fue ganador del Premio Nacional de Cuento Joven Comala 2011.