Este libro obtuvo la primera edición del Premio de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal, cuyo jurado formaron los poetas Coral Bracho, David Huerta y Raúl Renán. El escritor Juan Carlos Galeano apunta acerca de la poesía de Luján: "Desde una intimidad fragmentaria de lo cotidiano, Román Luján se enfrenta a la ausencia de lo estable y a la vertiginosa fluidez que caracterizan la vuelta del milenio. Si la gracia de algunos poetas data de su ilusión de hacer los mapas del universo e inventar las llaves y coordenadas, el destino de otros reside en la conciencia de que hallar dichos códigos sólo nos llevará a nuevos misterios. En el Deshuesadero de estos poemas el autor se arriesga novedosamente con las palabras y formas de su ars combinatoria queriendo darle sentido a su mundo personal. Tópicos "eternos" como la escritura, las relaciones y la soledad se presentan en la búsqueda de un centro (lo que llamamos sentido de la vida) cifrado por los cambios. Conciencia final de lo irrisorio de la poesía, mas no del acto. Nacido en la tradición de ruptura y de las corrientes líricas de su mayores mexicanos y de otras latitudes, Luján se distancia con voz propia. Puede intuir el paraíso e iluminar la tierra baldía del espejo roto, donde se ve a sí mismo y donde se miran los lectores".
Ya Raúl Renán, presidente del jurado que premió este libro, opinó por su parte que se percibe aquí a un poeta que, con toda seguridad, cobrará con el tiempo una mayor presencia en nuestras letras.