Los personajes que habitan este Recuerdo de Cancún, la descripción de la aventura cotidiana, nos hablan de cómo se ha integrado una sociedad constituida por multitud de individuos muy diversos: los trabajadores de la gran área hotelera, como la camarera recién despedida y el animador de vacacionistas extranjeros extraviado; el taxiosta que culmina su labor en un accidente pleno de negligencia y el mudancero que atestigua el ascenso de ciertos jóvenes profesionistas; o bien, en aquel territorio de escandalosas desigualdades, las estrategias de los líderes políticos, religiosos y económicos para consolidar su poder y su riqueza, Estos cuentos de Gabriel Vázquez –construcción de un recuerdo de treinta años, justo 10950 días con sus noches- son una clara síntesis de las desorbitadas paradojas del desarrollo turístico en el Caribe mexicano.