En 1998, con este su primer libro de cuentos, Édgar Reza se abría camino en lo que afanosamente llamamos las letras mexicanas. De esta manera, Ana Paulina Calvillo comenta de este libro de relatos: “Entonces, habitar un mundo donde los fantasmas del hubiera son más nítidos que la realidad, abordando historias que se multiplican y entrelazan, donde vértigo y angustia son en sí la trama y el efecto, parecía desmarcarse, sin motivo válido, del universo literati-periodístico-feminista-border, que gustosamente consumían lectores y editoriales. Casi una década después, y sin que la demanda editorial haya variado, Entre la luz y la sombra se presenta como radiografía o retrato hablado de un México decadente. Búsqueda de un lugar en el universo, su prosa abandona toda construcción lineal, jugando con realidad e imaginación, muchas veces superpuestas, otras tantas en una espiral donde cada objeto, cada espacio, adquiere densidad de ente vivo y actuante. Personajes suspendidos en el tiempo: una estación de metro, un hospital psiquiátrico; o atrapados en su propio destino, y no sólo en la costumbre de un mundo enfermo, indolente, cada historia como espejo se desdobla; es en sí caleidoscopio que encuentra resonancia y se completa en otra historia. Édgar Reza, que disfruta hondamente del lenguaje, permite ir de la realidad visible a la invisible; no sólo se adelanta a su época en un adagio in crescendo, también nos da oportunidad de creer —en el individuo, en la literatura, en la especie— poniendo de manifiesto la función mítica del arte en nuestros días”.