Geometría de acróbatas, de Óscar Santos, que obtuvo el Premio Gilberto Owen 1995, es un poemario que de ninguna manera pasará inadvertido entre la abundante producción de la novísima poesía mexicana. Además de la atmósfera envolvente que cautiva y estremece, el manejo del idioma es de la mejor factura, sin perder la libertad y el vuelo que se requiere en estos casos. Este libro trae aire fresco y saludable a la actual poesía de México. Óscar Santos, nacido en Aguascalientes en 1968, tiene ya un lugar destacado entre los poetas de su generación y ha alcanzado, no obstante su juventud, oficio, sensibilidad, equilibrio, originalidad. No cae en la criptomanía ni en el tragicómico lloriqueo de los automarginados de la vida, características éstas que se han vuelto recurrentes en una gran parte de los actuales versificadores de nuestro desfalleciente siglo. Así, su poesía señala caminos abiertos y transparentes por los que seguramente transitarán otros jóvenes poetas.