En sus personajes Lodo en tierra santa encierra los enigmáticos rostros de la modernidad y de lo viejo, en una “mapología” construida por escenarios ficticios que van desde la línea fronteriza irrevocable, muda y violenta, hasta un México no asimilado, un país en ruinas que se decanta a través de la memoria y de la muerte, con una línea escritural heredera de la mejor vena de la narrativa mexicana. Novela que no concede ventajas, Lodo en tierra santa describe al lector situaciones no digeribles, estructuras en círculo en las que la esperanza abraza al absurdo, en las que el desaliento y las desgracias se plasman en atmósferas rurales. Con Lodo en tierra santa, Albaro Sandoval obtuvo el Premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras/Border of Words 2006.