Signos celestes, de Ricardo Venegas, es un viaje en busca del silencio, pero también de la soledad en la que el silencio habita y se descubre. Si los busca, y esos son los primeros trazos de su mapa, es para avanzar cada vez más hacia los significados de la realidad que al poeta se le presentan como los misterios que son y serán los temas de su obra: la mujer, el amor, la creación, el tiempo, pero también para poblarlos. Porque el silencio y la soledad sólo adquieren su completud en la palabra, y ésta en el silencio del que procede y en el que concluye: la poesía es silencio, palabra y vuelta al silencio en el que los significados y el mapa de una vida se van, con el tiempo, completando. Signos celestes es así un viaje hacia el misterio, el inicio de un mapa cuyo sentido último aún no conocemos, pero que se adivina ya rico en su aventura.