Miguel Dupin, terapeuta ciego, decide viajar hacia el pasado para resolver una misteriosa traición que cometió su abuelo en París a finales del siglo XIX. Para ello se alía con el escritor sin éxito Juan Pablo Balcárcel y su hijo José María, joven adolescente de enormes capacidades intelectuales.
A la par de esta historia se desarrolla la del joven Bertrand Tavernier, parisino que, gracias al azar y a la necesidad, ingresa como aprendiz al laboratorio de Luis Pasteur, aprende a trabajar con levaduras y produce una fórmula para fabricar cerveza, lo que lo convertirá en millonario. Fedro Carlos Guillén logra en esta obra que ambas historias converjan en un camino que lleva a los personajes a vivir situaciones plagadas de misterio, humor y cariño en su recorrido por Francia.