¿Cómo transformar una vida remendada en una vida zurcida? ¿Sirve el silencio para disimular los desgarramientos?¿Qué camino conduce a que dos personas se encuentren? ¿A quiénes les importa la palabra “siempre”? Éstos son algunos planteamientos que Zurcido invisible intenta resolver, porque sin saberlo —aunque determinados por una fuerza invisible que los posee—, Vera y Víctor descubren que los convoca el trabajo de la vida, algo que ninguno se atreve a preguntarle al otro. Desafían el silencio con el cuerpo y los destinos imantados, a pesar de la lluvia, del trueno y del relámpago. Parte del pueblo será testigo, pero a nadie parecerá importarle porque el anonimato les vació la vida hace mucho tiempo y el recuerdo diluyó cualquier ilusión y esperanza. A pesar de todo, casi sin que lo noten, Vera y Víctor —y quizás también todo el pueblo— recuperan el futuro, tal como sucede con el zurcido invisible.