Algo terrible le ha ocurrido a Peach. Le duele caminar y sólo tambaleándose es capaz de llegar a casa, donde la pesadilla continúa: sus padres no parecen darse cuenta de nada.
Peach deberá recomponerse sola, juntar los pedazos que quedan de sí misma, antes de retomar la rutina de su vida diaria: su novio Green, sus amigos, las clases. Pero no es fácil concentrarse cuando le asalta el recuerdo de una enorme boca abierta, cuesta comer cuando siente el estómago hinchado como un tambor y es imposible dormir cuando el olor a grasa achicharrada llena sus fosas nasales. A pesar de que intenta cerrar los ojos ante lo que ha sucedido, Peach comienza al fin a entender qué debe hacer para superarlo y a reunir el valor necesario para llevarlo a cabo.
En esta deslumbrante primera novela, Emma Glass narra lo inenarrable con brío y descaro. Intensa, de una prosa rítmica y visceral, Peach anuncia la llegada de una nueva voz, luminosa y valiente.