Indudablemente, Franz Kafka es uno de esos escritores tan universales cuya obra –tanto por su excelencia como por los enigmas que encierra– sigue permitiendo nuevas visiones e interpretaciones, se diría que en un sentido casi ilimitado. Por su parte, Peter Kuper es un artista gráfico de un espectro sumamente variado, que lo mismo ha creado diarios de viajes, novelas gráficas, o reinterpretado con gran éxito clásicos como Alicia en el País de las Maravillas. En Kafkiana, Kuper realiza una adaptación de catorce de los más emblemáticos relatos de Kafka, entre ellos «En la colonia penitenciaria» o «Un artista del hambre». Como él mismo explica en el prólogo, en esta ocasión se inspira en una estética similar a la de artistas de grabados como Lynd Ward o Frans Masereel, produciendo un efecto opaco y asfixiante, en perfecta consonancia con la escritura del propio Kafka. Como es habitual en su obra, Kuper introduce elementos que dialogan de manera directa con la realidad contemporánea, como cuando en «Ante la ley» es a un hombre de raza negra a quien se le deniega el acceso a la protección legal, o en su interpretación de «Los árboles», en la que reflexiona sobre la situación de los indigentes. En suma, Kafkiana es una adaptación de enorme calidad estilística y literaria, de gran originalidad y completa actualidad.