Una lectura circular, como las espirales que le fueron reveladas a Dante Alighieri, la Comedia importa una representación de la eternidad y, por lo tanto, se le puede sospechar eterna. Cada lector de la Comedia emula inexorablemente las andanzas de un lector de Virgilio: Dante Alighieri. Ese viaje es infinito y ocurre también en la memoria. Entre las innumerables lecturas de la Comedia, las que ha ensayado, como una obsesión, Franc Ducros, no son las menos encaminadas. Sus peregrinaciones persistentes, imitando el rastro de Dante, más que en una veneración erudita han derivado en una comprensión lúcida y placentera de ese caminante emblemático y su recorrido permanente a través del universo.
Procedente de la Comedia, Claves poéticas de la Divina Comedia, de Franc Ducros, contiene asimismo una imagen de la Comedia. En sus clases, que han devenido libro, Franc Ducros ha sabido que la imaginación también puede adoptar la forma del rigor, de la erudición, del asombro creciente que puede producir un poema mítico.