Los dos libros de Josefina Estrada que reúne este volumen contrastan por su contenido: Malagato presenta relatos donde predomina la imaginación literaria, aun cuando la filtración de elementos provenientes de la realidad no deja de ocurrir sutilmente; Para morir iguales, en cambio, es el resultado de la ubicación semanal de las crónicas de la autora en un periódico capitalino.En Malagato es precisamente esa filtración lo que nos da la llave para entrar en narraciones que delinean el contorno de una ciudad que no sólo es posible, sino inevitable: escenas lúgubres y personajes de la ciudad de México -obsedidos por sus pasiones y su frustración- que no pueden más que irse por el camino de la oscuridad y la locura, hacia la noche.De esta manera, la vida raya en lo fantástico o sobrepasa sus propios límites para llegar hasta instantes donde la realidad y lo increíble parecen confundirse. Los textos de Para morir iguales constituyen un catálogode las vicisitudes de los personajes que habitan el universo registrado y explorado por la autora; dan cuenta de una forma de vida marcada profundamente por la pobreza y el abandono, cuando no por la violencia y el agravio constantes; a pesar de todo, los personajes parecen seguir sus vidas con una fortaleza inexplicable o una sencilla aceptación de las circunstancias, algo casi parecido a la esperanza. Sólo a través de semejantes retratos podemos reconocernos : rostros más de sombras que de luz, llenos de soledad, memoria e ira, componen los innumerables matices posibles del ser humano.