El que come y canta está formado por más de 400 canciones de todas las regiones del país; de todos los ritmos que se oyen o se han oído, desde tiempos prehispánicos hasta nuestro días; en cinco idiomas diferentes de chile, de dulce y de manteca para todos los gustos. México es grande y cada quien le canta a la comida desde su propia mesa, convidando al lector de la más exquisita variedad de ritmos y sabores.
Los mexicanos vistos a través de nuestras imágenes culinarias, no somos muy distintos de como nos vemos desde otros ángulos, pero ciertamente tenemos rasgos de identidad y características culturales que aparecen hasta en la sopa.
En México usamos constantemete metáforas gastronómicas para casi cualquier cosa, de lo que podemos inferir, a primera vista, la riqueza culinaria de nuestro país. Sucede a menudo que la media naranja nos da atole con el dedo, nos hace de chivo los tamales y finalmente nos da calabazas.