La conquista de América, el encuentro entre dos culturas como se le llamó hace unos años, fue un hecho histórico que tomó rasgos mitológicos, legendarios, como una ficción construida por la realidad, en la que algunos protagonistas adquirieron una entidad que rozó lo sagrado. Fue el caso del emperador Moctezuma y de La Malinche. Ambos personajes históricos con ambiciones de arquetipo y de entidad sagrada, pero su conjunción en la agonía y muerte del emperador es uno de los momentos más admirables de esa condición. Luis Barjau en El monarca y la faraute. Diálogos entre Moctezuma y La Malinche consigue llevar sus herramientas de antropólogo e historiador a las del novelista, para comunicarnos ese hecho en el umbral de la leyenda y la realidad, y en donde esta última adquiere el subrayado de lo mítico en una narración admirable.