El insomnio de Clío es un libro que acerca los desvelos de dos escritores que, por caminos diferentes, sirven a la musa a la que todos conocemos como encarnación de la Historia, o de la historia, o de las historias, como señala José Ramón Enríquez en su prólogo, al acercar el gesto del historiador que narra y del narrador que escribe sobre temas históricos, en una conjunción que parece de índole mágica. Los desvelos de ambos convergen en la página y permiten a Ramón Gerónimo Olvera trazar un brillante retrato de ambos artistas e intelectuales chihuahuenses a los que les ha interesado la historia del país y de su región, a los que les parece un imperativo ético escribir y comunicarse con los lectores con una prosa brillante y una imaginación dúctil. En una cultura como la mexicana en que grandes escritores se han ocupado de novelar nuestra historia, de Martín Luis Guzmán a Ignacio Solares, pasando por Carlos Fuentes, los historiadores han sido también grandes relatores y espléndidos escritores, como Fuentes Mares en la estirpe de Edmundo O'Gorman, Daniel Cosío Villegas o Luis González y González. Y este libro nos traza parte de ese diálogo.