2000 / 21 mar 2019 21:53
Con el nombre de Gustavo Adolfo Bécquer se estableció en la Ciudad de México un círculo literario en 1877. El promotor principal del grupo fue Francisco de P. Urgell, catalán y gran admirador del poeta sevillano, y que a semejanza de éste escribía leyendas y versos. Urgell fue el centro del círculo integrado por Manuel de Olaguíbel, Agustín F. Cuenca, Pedro Castera, Juan de Dios Peza, Benjamín Bolaños, Manuel Caballero, Manuel Gutiérrez Nájera y Benjamín Bolaños, hijo.
Una de las actividades que contribuyeron a dar resonancia al círculo fue el certamen literario por él convocado. Dios, patria y amor fueron los temas seleccionados para el concurso. Tuvo éste buena acogida y resultaron premiadas las poetisas Laureana Wright de Kleinhans en el segundo tema, y Dolores Salazar de Payán en el tercero. Esta última poetisa poblana fue obsequiada con un pensamiento de filigrana de plata y un diploma honorífico.
El círculo, que reconoció la labor literaria realizada por el poeta Manuel Acuña, pidió y obtuvo del gobierno del Distrito la propiedad del sepulcro del mencionado poeta, para erigirle un monumento.[1]
En las sesiones de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística el Círculo Gustavo Adolfo Bécquer estuvo representado por el socio Benjamín Bolaños.
El progreso realizado en el círculo se dio a conocer en una publicación mensual, Páginas literarias¸[2] que recogió las composiciones presentadas por sus miembros. En esta revista aparecieron poesías de Agustín F. Cuenca, Juan de Dios Peza, Manuel Caballero, Manuel Gutiérrez Nájera, Benjamín Bolaños y otros, así como artículos de Pedro Castera y Anselmo de la Portilla, hijo.[3]
El Círculo Gustavo Adolfo Bécquer promovió también, de manera especial, las relaciones culturales con los jóvenes literatos poblanos.
Cuenca, Agustín F. Gutiérrez Nájera, Manuel Olaguíbel, Francisco Modesto de Peza, Juan de Dios Wright de Kleinhans, Laureana