Enciclopedia de la Literatura en México

Manuel Caballero

Ángel Muñoz Fernández
1995 / 28 nov 2017 09:35

Nació en Tequila, Jalisco, en 1849 y murió en la Ciudad de México en 1926. Inició el periodismo profesional y concluyó el periodismo ideológico. Escribió en El Mercurio de Occidente (1889) y Estrella Occidental (1898). Redactor del Siglo Diez y Nueve, el Monitor Republicano (1876) y en la segunda época de la Revista Azul.

Notas: Según Carlos González Peña fue un poeta romántico menor.

 

Manuel Caballero nació el 1° de enero de 1849 en Tequila, Jalisco, y murió en la Ciudad de México el 3 de enero de 1926. Cursó los estudios de preparatoria en el Seminario Conciliar de Guadalajara y, posteriormente, estudió la carrera de abogado en la Escuela Pública de Jurisprudencia de la capital del estado de Jalisco, la cual dejó inconclusa para dedicarse al periodismo.

Fue empleado en la Contaduría Mayor de Hacienda y oficial primero de la Secretaría del Senado (1878); interventor de empeños en el gobierno del Distrito (1885); interventor del gobierno de los almacenes generales de depósito de México y Veracruz (1903); profesor de lecturas comentadas (1914) y de lengua castellana (1922) en el Conservatorio Nacional de Música y Arte Dramático; profesor de recitación y declamación en el Conservatorio de Música y Declamación de Puebla (1917), y en la Secretaría de Relaciones Exteriores (1919). Finalmente abrió un café en la calle de Medinas, donde se encontraban también las oficinas de su periódico El Entreacto.

Manuel Caballero perteneció a diversas asociaciones donde cultivó la poesía, así fue que perteneció a La Alianza Literaria (1876) de Guadalajara. Ya en la Ciudad de México formó parte de la Sociedad Literaria Peón Contreras (1876-1878), dirigida por Heberto Rodríguez y Carlos Govantes; un año más tarde entró a formar parte del Círculo Gustavo Adolfo Bécquer. En 1885 formó parte de la Prensa Asociada de México, en la que junto con Ireneo Paz y Gonzalo A. Esteva defendió los intereses de los escritores públicos. En esa asociación representó al periódico El Partido Liberal. Desde 1906 se vinculó al Ateneo Jalisciense de Guadalajara, fue miembro activo de la Sociedad Manuel Gutiérrez Nájera de la Ciudad de México y de la Sociedad Literario-Musical de Puebla.

Desarrolló sus actividades periodísticas tanto en Guadalajara como en las ciudades de México, Puebla y Jalapa. En su estado natal colaboró con poemas en los periódicos La Civilización, La Alianza Literaria, El Diario de Jalisco y en La República Literaria (1886-1890); así como en La Juventud Literaria (1887), donde le hicieron un homenaje a manera de gacetilla y publicaron su fotografía. Llegó a la capital de la República en 1876, a la edad de 27 años, con la carrera de abogado truncada, desde entonces comenzó a colaborar en distintos periódicos como El Siglo Diez y Nueve (1876), El Monitor Republicano (1876), La Época (1877), El Federalista (1877), La Patria (1879-1880), Diario Oficial de Jalapa (1883-1884), El Partido Liberal (1885), El Nacional (1887-1888), Diario del Hogar (1888), El Monitor del Pueblo (1888), The Two Republics (1888), El Tiempo (1888 y 1890), El Nacional (1891-1894), Flor de Lis. Revista literaria (1896-1897), El Constitucional (1910) y El Demócrata (1925).

A partir de 1880, en la capital de la República dirigió varios periódicos: Gaceta Electoral (1879-1880), donde hizo periodismo a favor de la candidatura a la presidencia de Trinidad García de la Cadena; El Tranchete (1879), dedicado al pueblo; El Noticioso (1880-1883) y Correspondencia de México (1883).

En 1883 se trasladó a Jalapa donde, apoyado por el gobernador Juan de la Luz Enríquez, “Juan Chiquito,” trabajó en el periódico oficial del estado. Más tarde, alternando sus residencias, en la Ciudad de México dirigió: El Eco Universal (1888), El Entreacto (1891-1926, con cinco épocas diferentes), La Exposición Nacional de México (1896), Revista Universal (1902), El Clarín del Pueblo (1903), Crónica artística (1907), Revista Azul, Segunda Época (1907) y Crítica y Arte (1915). En Guadalajara: El Mercurio Occidental (1889), La Estrella Occidental (1898) y El Clarín de Oriente (1900); y en Puebla: La Semana de Puebla (1911-1913), y, por esos años, el Periódico Oficial de la Cámara de Comercio.

También destacó como editor, ya que realizó varios Almanaques: La Joya del Viajero en 1880; Álbum Queretano en 1882; Primer Almanaque Histórico, Artístico y Monumental en 1883; en colaboración con Juan de Dios Peza y Pedro Larrea publicó el almanaque titulado México Hidalgo en 1885. A través del periódico El Mercurio Occidental publicó, como apoyo para la docencia, Consejos para la lectura y Notas sobre la higiene de la voz, además de extractos de la obra de Ernesto Legouvé, Historia moral de las mujeres de 1860, para los niños en los liceos de varones y de niñas del estado de Jalisco en 1889. Además, publicó, en el mismo año y por fascículos, el libro de Edmundo de Amicis Corazón diario de un niño. Publicó el Primer directorio general del Estado de Puebla (1891), México en Chicago. Álbum descriptivo de México (1892), Primer Almanaque Mexicano de Arte y Letras en 1895 y Segundo Almanaque Mexicano de Arte y Letras en 1896. Compiló El manual del ciudadano en 1910.

Por otro lado, tradujo e imprimió libretos de ópera y de opereta como La isla del tesoro (1886) para la editorial D. Appleton de Nueva York, del poema Cleopatra (1893), para El Nacional la novela Un Santo (1894) de Paul Bourget, la opereta El Mikado de Japón (1896) de Gilbert y Sullivan. Publicó en el periódico El Entreacto la ópera Mefistófeles (1903) de Arrigo Boito. Con Juan de Dios Peza y Gustavo Baz escribió El Profeta del Peñón. Después de la Primera Guerra Mundial tradujo el poema La edad de sangre de Marcelo Bourcier, y para El Demócrata la novela inglesa El embrollador (1925) de E. Phillips Oppenheim.

Escribió con los seudónimos de Mignon, Ubique, El barón Ulem Acal, Arlequín, M. C., C, Leónides Termópilo, Malco Bella Nuera, Spectator y Ashtarot.

Manuel Caballero practicó distintos géneros periodísticos, además de escribir poesía. Realizó, en 1883, un libro de poemas titulado El testamento de un ángel; el poema Paquito (1902), que ganó el primer lugar por la Secretaría de Instrucción Pública en los primeros Juegos Florales de la colonia española de México. Escribió el poema en un canto Piedad (1905), del cual hizo una pequeña publicación: Juárez Épico (1906); escribió el poema Independencia (1909), que ganó el primer lugar en el Gran Certamen Nacional de ese mismo año; escribió Aurea Covadonga (1919) y concursó en un certamen internacional en Argentina con el poema Entrevistando a Cristo (1921).

Manejó la crónica periodística en La inauguración del ferrocarril a Guadalajara (1888). Escribió, junto con Vicente Morales una crónica que se llamó El Señor Root en México: crónica de la visita hecha en octubre de 1907; y ese mismo año escribió otra crónica con el nombre de Salvador Rueda en Puebla. Escribió la conferencia que dictó en el Teatro Español en Madrid, titulada Fiesta de la raza en 1919. En lo que se refiere a los géneros periodísticos, estuvo a cargo de la gacetilla en diversos periódicos, boletines, columnas, crónicas, editoriales, notas informativas, reportazgos y entrevistas.

Existen diversos estudios que son importantes para el estudio de este personaje. El año en que murió Manuel Caballero, enero de 1926, salieron dos artículos periodísticos que hablan sobre su trayectoria en el mundo del periodismo y de la poesía, uno fue el de Jacobo Dalevuelta, titulado “Ayer dejó de existir el decano de los periodistas mexicanos, Sr. Manuel Caballero”, en el periódico El Universal y otro el de El Duende de la biblioteca, con el nombre de “La ironía y el ingenio del viejo periodista desaparecido”, en Revista de Revistas.

Juan B. Iguíniz, en su libro El periodismo en Guadalajara, 1809-1914 que publicó en 1931, habla sobre Manuel Caballero y el trabajo periodístico que desarrolló en Guadalajara al publicar El Mercurio Occidental y La Estrella de Occidente. En 1947 Enrique Cordero y Torres menciona en el libro Historia del periodismo en Puebla, 1820-1946 que en ese estado dirigió La Semana de Puebla. En 1951 Roberto Núñez y Domínguez publicó el artículo titulado “Evocación del primer reportero mexicano”, en el periódico Excélsior.

Por su parte, Victoriano Salado Álvarez en su libro Memorias, tiempo viejo, tiempo nuevo, de 1985, aporta datos de los últimos años de Manuel Caballero y de manera dialogada ofrece el encuentro con este periodista, donde le platica de las penurias económicas que pasaba; finalmente Salado Álvarez escribe que Caballero llegaba a su final periodístico y acabado físicamente por una fuerte enfermedad. Felipe Gálvez publicó en la revista Contenido de 1987, un artículo sobre este periodista: “Centenario del reportaje moderno”; y Gabriel Zaid sacó a la luz el artículo “López Velarde ateneísta” en la revista Vuelta del año de 1991, donde incluye una breve mención de Caballero. Ese mismo año Emmanuel Carballo menciona en su libro Historia de las letras mexicanas en el siglo xix, una corta biografía de este escritor.

Fernando Curiel estudia a Manuel Caballero en el libro Tarda Necrofilia, Itinerario de la Segunda Revista Azul, publicado por la unam en 1996. Aquí aparece completa esta publicación a manera de facsímil y Fernando Curiel hace un estudio introductorio. El tema que trata es el relacionado con la publicación de la Revista Azul en 1907, desde la publicación de la misma por Manuel Caballero hasta la polémica que se formó por su aparición. El autor sostiene que Caballero resucitó esta revista (hay que aclarar que en 1894-1896 Manuel Gutiérrez Nájera y Carlos Díaz Dufoo fundaron la Revista Azul) en contra de la poesía moderna y que si bien fue un audaz editor, conocido periodista y ocasional escritor, su trabajo en esta segunda Revista Azul fue ajeno y diferente al que se propuso Gutiérrez Nájera, que estuvo encaminado al terreno literario. La publicación de Caballero fue muy criticada y personajes como Alfonso Cravioto, Luis Castillo Ledón, Roberto Argüelles Bringas, los hermanos Max y Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Martín Luis Guzmán, Julio Torri y José Vasconcelos encabezaron la oposición al periodista y su revista, ya que declararon que históricamente había sido rebasado el modernismo. En esta introducción, Fernando Curiel reflexiona sobre la importancia de la Revista Azul de Manuel Caballero, pues se torna indispensable para el estudio de la cultura mexicana a finales del Porfiriato y la cultura que se genera a partir de revolución mexicana.

Irma Lombardo hace un estudio minucioso sobre el trabajo periodístico de Manuel Caballero, en el libro De la opinión a la noticia, publicado en 1992; señala la importancia del trabajo realizado por este escritor y considera por ello que es el primer reportero mexicano. Menciona que trabajó los géneros de opinión e información y que destacó en el manejo del reportazgo y la entrevista. Hace hincapié en que fundó el primer diario que incluye noticias sensacionalistas y que se le conoció como el “Rey de los reporteros mexicanos” y el “Atila de los reporteros”. Esta investigación de Irma Lombardo ha sido considerada fundamental para entender la transición del periodismo de opinión al informativo dentro del contexto histórico del Porfiriato.

En el libro titulado Nosotros. La juventud del Ateneo, publicado en 2008, Susana Quintanilla retoma el trabajo periodístico de Manuel Caballero del año de 1907. En 15 páginas trata la protesta literaria que se fraguó en contra de este periodista por haber publicado la segunda época de la Revista Azul, e igual que Fernando Curiel en su Tarda necrofilia explica el contexto literario que rodeó a este periódico. Las breves páginas dedicadas a este periodista se deben a que a la autora le interesa el tema para introducir el trabajo de otros escritores como Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, José Vasconcelos y Martín Luis Guzmán.

Por otra parte, en el libro que coordinó Pavel Granados en el año 2010, y que lleva el título de El ocaso del Porfiriato. Antología histórica de la poesía en México (1901-1910), también se habla de la Revista Azul, en su segunda época, realizada por Manuel Caballero, y se destaca el tema literario: “Dos herencias dejó la Revista Azul de Manuel Caballero –y las dos en su contra–: la única manifestación pública en la historia de México que ha sido motivada por la poesía y la consolidación del grupo intelectual que sucedería al de la Revista Moderna: el Ateneo de la Juventud”. En este breve texto se publican fragmentos de poemas escritos por Manuel Caballero que son “Juárez épico” y Áurea Covadonga”, así como el poema completo titulado “Fabulilla”.

Sobre el trabajo periodístico informativo de este personaje trata la tesis de maestría titulada Manuel Caballero: precursor del periodismo moderno. Historia y periodismo (1876-1889), realizada en 2002 por Laura Edith Bonilla de León. Esta misma autora escribió el libro Manuel Caballero, historia y periodismo en la conformación de una modernidad porfiriana, publicado en 2014, donde se ubica a Manuel Caballero en su contexto histórico, se habla de su trabajo editorial, de la publicidad y las subvenciones de las que dispuso para obtener financiamiento para sus publicaciones. Y también se habla del vínculo de este escritor con la literatura y el teatro.

Un trabajo más de esta autora son las Memorias de Manuel Caballero, publicadas en 2014, donde se rescata lo que escribió sobre sí mismo en el periódico que dirigía y que se llamó El Entreacto, y aunque están incompletas, debido a que no se encontraron todos los números en los que escribió, son una fuente importante para conocer la vida periodística de este personaje.

Seudónimos:
  • El aficionado
  • Mignon
  • Ubique
  • El barón Ulem Acal
  • Arlequín
  • M. C.
  • C.
  • Leónides Termópilo
  • Malco Bella Nuera
  • Spectator
  • Ashtarot

Instituciones, distinciones o publicaciones


El entreacto
Fecha de egreso: 1909
Director