Enciclopedia de la Literatura en México

El español del siglo XVII

mostrar Introducción

Cuando se habla del español en América, debemos tomar en cuenta, entre otros asuntos, cuestiones ideológicas: la independencia de América con respecto a la Corona española es una de las más importantes. En otras palabras, a partir del siglo xix, el estudio del español americano cobra su autonomía como disciplina dentro de la filología romance. Huelga decir que esta independencia implica que, dentro del nivel político-cultural, el español americano sirve como una especie de marca de identidad propia frente al español europeo.

El español del siglo xvii en la Nueva España, como es bien sabido, deriva en gran parte de dialectos andaluces, aunque no se refiere esto a toda la Nueva España, sino a muchas zonas geográficas de México, con excepción de lo que llamaba Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) "las tierras altas", donde residía el virrey y que recibía constantemente la influencia castellana. Esto se aplica igualmente para el Virreinato del Perú. En cambio, según el mismo Pedro Henríquez Ureña –y yo coincido plenamente con él–, en "las tierras bajas" de gran parte de América es donde se repiten los rasgos del andalucismo (como también lo ha comprobado Peter Boyd-Bowman [1987]). Éstos son, en primer lugar, la aspiración de la "s" en sílaba trabada y al final de palabra; la confusión de "r"/"l", por ejemplo en Puerto Rico. En la Nueva España, desde el siglo xvi hasta nuestros días, en estados de la república como Veracruz, Tabasco, Campeche, Guerrero, y en general en las costas, como las oaxaqueñas –no en todo el estado, puesto que Oaxaca tiene "tierras altas" y "tierras bajas" (cf. Garza Cuarón, 1987)–, se aspiran las "s". Así, la Nueva España en el siglo xvii tuvo una gran variedad de zonas dialectales, como en la actualidad las tiene México. Veamos algunos casos de esta variedad.

En Yucatán no parece haber habido influencia andaluza, aunque es "tierra baja"; la gran influencia del español yucateco es el maya. Desde la colonización las diferentes lenguas mayas "salpicaron" al español de rasgos, sobre todo a nivel fonético y, aún más, fonológico. Por ejemplo, se da lo que los lingüistas llamamos "saltillo", que es una oclusión glotal que se produce entre cada sílaba y que ocasiona un ritmo muy particular en el habla. Esto de "particular" se podría aplicar a cualquier dialecto –al rioplatense, al chileno, al boliviano, etc.–; pero el caso de Yucatán es único dadas estas oclusiones glotales que no se encuentran en el resto de América.

mostrar Cambios y ajustes lingüísticos

Podemos afirmar que el español del siglo xvii no es muy diferente del que se hablaba el siglo anterior. Según Moreno de Alba (1995), los últimos grandes cambios y ajustes en el inventario de los fonemas se dieron, tanto en España como en sus nuevas colonias, en la segunda mitad del siglo xvi. Se pueden enumerar estos cambios de la siguiente manera:

1] las fricativas prepalatales sonora y sorda, escritas “x”, “g” o “j”, se convierten en una velar fricativa sorda, escrita “j”: dixo > dijo; muger > mujer;

2] las sibilantes africadas dentoalveolares sonora y sorda, escritas “z” y “ç” respectivamente, se convirtieron, en Castilla, en interdentales fricativas sordas “c” o “z” y, en amplias zonas de Andalucía, se llegaron a articular o bien predorsoalveolares ambas o bien interdentales las dos. En América, ni en el Virreinato de México, ni en el del Perú, llegaron a darse estos cambios. En todo el español de América no se distingue entre “c” o “z”, sino que es únicamente “s” en todo el continente;

3] la alveolar fricativa sibilante sonora, escrita “s”, se ensordeció; los fonemas bilabiales sonoro, fricativo y oclusivo, escritos “v” y “b”, pasaron a ser alófonos, en distribución complementaria, de un solo fonema bilabial sonoro (Moreno de Alba, 1995, pp. 19-20).

Hay que aclarar, además de lo observado por Moreno de Alba, que en el siglo xvi había una multiplicidad de sibilantes, por ejemplo “ts”, “tsh”, “js”, “ys”; en el siglo xvii se redujo el cuadro de estas sibilantes, puesto que las lenguas, en general, tienden a economizar sus sistemas fonológicos. Como bien dijo André Martinet en Economía de los cambios fonéticos: tratado de fonología diacrónica,[1] hay en las lenguas lo que llamó precisamente “économie des changements phonétiques” (“economía de los cambios fonéticos”), que supone, reitero, la simplificación. Por ejemplo, en el siglo xvi la palabra “tijeras” se podía decir “tisheras”, “tsijseras”, etcétera.

Conviene recordar también que, al hablar del español y su desarrollo histórico, es necesario hacer hincapié en lo que se refiere al uso de la preposición en en lugar de de al decir “el español en América”. Esto porque en nos indica que, a pesar de los muchos puntos de contacto entre el español peninsular y el continental, la lengua ha tenido sus propios procesos evolutivos gramaticales, fonéticos, etc. Por otro lado, conviene recordar que en la segunda mitad del siglo xvi llegaron a la Nueva España Gutierre de Cetina (Sevilla, 1520-México, 1564), Juan de la Cueva (Sevilla, entre 1543 y 1550-1610), Mateo Alemán (Sevilla, 1547-México 1615), Luis Belmonte Bermúdez y Bernardo de Balbuena (Valdepeñas 1562-San Juan de Puerto Rico, 1627). De Bernardo de Balbuena sabemos que escribió elogios muy conocidos a la ciudad de México (véase Chang-Rodríguez). Mateo Alemán, autor de la novela picaresca Guzmán de Alfarache (escrita en dos partes: 1599 y 1604), una de las obras clásicas del género, hizo además observaciones sobre el español de México, aunque no las dejó consignadas.

mostrar El mito del español transplantado

Antes de proseguir, es necesario hablar del mito del español transplantado a la colonia durante la segunda mitad del siglo xvi como una lengua “inferior” a la peninsular. Esta idea se basa en la creencia de que todos los hablantes que llegaron a América en esa época no tenían un nivel cultural muy elevado, reflejo del nivel socio-económico al que pertenecían. Esto no es del todo cierto, puesto que también arribaron a la Nueva España los virreyes, distintas órdenes del clero, funcionarios y escritores, quienes, además de saber leer y escribir, poseían un bagaje cultural importante y utilizaban un lenguaje muy diferente del que era considerado como “vulgar”. Estos datos nos impelen a concluir que el español hablado en la segunda mitad del siglo xvi era muy variado: iba desde lo más “vulgar” hasta lo más “culto”, un estado de cosas que ocurría del mismo modo tanto en América como en España. Ahora bien, si se quiere saber cuál fue el dialecto que tuvo más influencia en el español americano, Moreno de Alba señala que hubo severas críticas en los siglos xvii, xviii y xix[2] acerca de la influencia andaluza, aunque estos datos bibliográficos no deben dar una pista falsa de que todo se reduciría únicamente a la crítica inútil, agrego yo. Otras fuentes, sobre todo del siglo pasado y del presente, se dedican a apuntar el hecho sin hacer juicios de valor acerca de la “falta de pureza” del idioma. Las áreas donde predomina la influencia andaluza son: las Antillas, las costas atlánticas de México, Venezuela y Colombia. En cuanto a México, sobre todo en el interior, “se habla el español corriente (sic. en el siglo xx) sin matiz especial, que revela sin duda las propiedades de la lengua popular española” (Moreno de Alba, 1995, p. 28).

mostrar La influencia de las lenguas indígenas

Pero, no se puede hablar del español americano, digo yo, sin mencionar la influencia indígena sobre el léxico, ya que parece ser éste el nivel más superficial donde se pueden introducir nuevas voces constantemente; esto es, la influencia de las lenguas indígenas parece no haber llegado a penetrar los niveles fonéticos, sintácticos, etc., del español. Ejemplos de palabras indígenas en el español en México son: 1] del náhuatl, jícara, petate, petaca, tiza, malacate, tequila, chiche, coyote, tomate, cacao, chocolate, cacahuate, aguacate, Xalapa; 2] del maya, henequén.[3]

mostrar Coexistencia de varios dialectos

De acuerdo con Claudia Parodi (1995), en la Nueva España hubo “la presencia del dialecto castellano viejo, de la norma toledana y del dialecto andaluz en distintos grupos de la población española en América”. Los manuscritos analizados por Parodi no dejan lugar a duda sobre el hecho de que la norma toledana –la preferida por Francisco Garay, por ejemplo– coexistió con el dialecto andaluz y el habla del castellano-viejo. Algo que desde el siglo xvi comienza a ser importante es la distinción entre la sibilante apicoalveolar “s” y la predorsal “s”. La “s” castellana se reinterpretó como una “s” tal como la conocemos hoy día en México. También característico del español del xvii es que el yeísmo ya estaba generalizado. Otra característica del español del siglo xvii es que las labiales sonoras no son oclusivas sino más bien fricativas. Característica también del siglo xvii es que la vocal posterior media o final “o” se cierra a “u”. Como ejemplos: “bancu” o “burru”. Como ya se ha visto en el ensayo correspondiente al español del siglo xvi (Moreno de Alba, 1996), en México se perdió la distinción entre la “ll” y la “y”, y todo pasó a ser el ya mencionado yeísmo.

Otra característica más es que algunos autores pretenden que se mantenga el fonema /b/ oclusivo para distinguirlo del fonema /p/ intervocálico latino (Parodi, 1995). Entre los autores que pretendían mantener la distinción entre /b/ oclusiva y /b/ fricativa está Francisco de Garay, de origen vasco, que escribe, por ejemplo “nobiembre” para hacer énfasis en que la /b/ es una oclusiva y no una fricativa. Sin embargo, como dice Parodi (1995), cabe pensar que Garay ya no mantenía la distinción de los dos fonemas oclusivo y fricativo. En conclusión, se ha observado que los escribanos procedentes de Andalucía distinguían la labial oclusiva de la labial fricativa. Sin embargo, resulta difícil determinar en todos los manuscritos si se mantuvo la oposición o si se perdió. Como observa Parodi (1995, p. 19): “Recientemente se han publicado ediciones paleográficas en las cuales los paleógrafos suelen interpretar la sigma como ‘s’ ignorando la continuidad que existe entre la tradición diplomática medieval y la americana de los siglos xvi y xvii con respecto al uso de la sigma.” O bien, como nota Diego Catalán (1957, p. 322):

The forces which in one area conditioned the substitution in Spanish of the ‘Old Castile’ norm for the ‘Toledo’ norm cannot be confused with the forces which in an entirely different period brought about in a northern corner and in one group or social stratum of the unstable Castillian community the neologism which centuries later was to become a new general norm of the Spanish-speaking community.

Por todo lo anterior, podemos concluir que el español del siglo xvii en México no varía en gran medida del español del siglo xvi. Sin embargo, se consolidan cambios que todavía no estaban dados en la centuria anterior. Por ejemplo, el yeísmo y el hecho de pronunciar las labiales no como oclusivas sino fricativas. También debemos hacer énfasis en que entre los dos siglos se dieron fenómenos importantísimos como la presencia de Mateo Alemán y otros escritores peninsulares en la Nueva España.

mostrar Textos del siglo XVII

Con objeto de que se vea la lengua en su realidad y no sólo en teoría, paso ahora a analizar algunos textos muy útiles del siglo xvii, que transcribió Concepción Company (1994) pero sin comentarlos. Comienzo con el documento núm. 86, pp. 255-260.

1. 1621, Los Tres Reyes (estado de Michoacán). AGN–. Inquisición 340, fols. 5r-10r. Testimonio presentado por la hermana de una mujer solicitada por un fraile. La declarante se acusa también de haber recogido yerbas que amansan a los hombres. Firma autógrafa

En el pueblo de los Tres Reyes, sugeto a la /2 dotrina del pueblo de Pirihuan, provincia y /3 obispado de Mechoacan, de la Nueva España /4 en tres dias del mes de marzo de mill y seisçientos /5 y veinte y un años, ante fray Ambrosio Carrillo,/6 de la orden de señor sant Francisco, guardian del /7 convento del dicho pueblo de Purihuan (sic), en virtud /8 de la commission del Santo Officio, y por su mandado /9 y ante mí, fray Rodrigo de Soto, presbytero y predica /10 dor de la mesma orden, que juré la fidelidad y /11 secreto, parecio, siendo llamada, y juró en forma /12 devida de derecho, de dezir verdad, una muger /13 spañola, que dixo ser donzella y llamarse /14 Beatriz Arias de Vedoya y ser natural del pue /15blo de Tinguindin, en este obispado de Mechoacan, /16 hija de Francisco Catalan e Ysabel Arias, defunctos, /17 y reside en este valle de Pirihuan, en casa de su /18 padrastro Carlos de Bonillo, y que es de hedad de vein /19te y dos años, o veinte y tres.\\ /20 Preguntada si sabe o presume la causa por que a sido llamada, /21 respondio presume ser cierto caso tocante al Santo /22 Officio, de que por descargo de su conciencia dio /23 notiçia al padre fray Diego Muñoz, su commissa /24rio, por el mes de diziembre proximo pasado del /25 año de mill y seiscientos y veinte. Y dichossele /26 lo declare y testifique con toda la verdad y puntualidad, /27 dixo que viviendo con sus padres en el pueblo /28 de Pirihuan, en casa de un yndio llamado Fran /29çisco Torres, que de presente es fiscal de la iglesia, {5v} vino un dia de la Semana Santa, abrá diez /2 años, poco más o menos, con Joanna de Vedoya, /3 spañola, donzella, su hermana menor, y /4 Maria de Torres, mulata, que entonçes era /5 donzella y de presente está casada con Fran /6 cisco Garçia, mestizo, residente en este /7 valle de Pirihuan, a confessarsse todas /8 tres, sobre tarde, a la iglesia del dicho /9 pueblo de Pirihuan. Y se confesaron con fray /10 Joan Rengel –y no se acuerda si le hallaron /11 en ella o embiaron a llamarle para el /12 effecto–, religioso de la orden del señor sant /13 Francisco, que a la sazon morava en el conven /14 to de dicho pueblo de Pirihuan, el qual /15 estando sentado en una silla de respaldar, /16 arrimada a la pared que cae a man (sic) derecha, /17 como se entra por ella, las espaldas asia la /18 puerta principal y de rostro al altar mayor, /19 las confesó, a ésta primero, y luego imme / 20diatamente se confessó la dicha Joanna /21 de Vedoya, su hermana. Y le pareçe aversse /22 tardado con el confesor dos o tres oras. Y con /23fessada la Juanna, se confesó en tercer lugar /24 la dicha mulata, y le parece se tardó lo /25 mismo en confesarsse. Y que les dixo: “cómo /26 os tardasteis tanto, que yo de prestito me con /27fessé?”. Y no se acuerda si le respondieron / entonces lo que les avia acaecido en sus /29 conffessiones. Y le parece assi mesmo que /30 no huvo gente en la iglesia quando se /31 confesaron, sino que estuvieron ellas solas. /32 Y no sabe si en la iglesia o por el camino le /33 communicaron lo que aora declara. Sólo /34 sabe y es la verdad que, o en un lugar o en otro /35 o en su casa, le dixo luego aquella mesma /36 tarde la dicha Joanna su hermana lo que /37 se sigue: “hermana, no sé qué confession es /38 ésta, porque yendome accusando con el padre /39 Rengel y aviendole dicho, entre otros pecados, /40 que no podia yo ver a un sacerdote, me pre / 41guntó y porfió mucho porque le dixesse quién {6} era el sacerdote. Y yo le dixe que era él. /2 Y luego me dixo: por qué? que yo te quiero mucho, /3 si es por aquello que te digo ¿por qué no quieres /4 ser mis amores? ¿cómo se los ha de dar a un picaro /5 salteador de suella caras (sic)? ¿no es mejor darmelo /6 a mí? Que los demas son picaros y bellacos y / 7 yo soy honrrado, que te acudire en todos tus traba /8jos y te regalaré. Y yo le dixe que no queria ni /9 a él ni a los picaros, que no iba a aquello, sino /10 a confesarme”. Con otras mill cosas que él /11 le avia dicho a la dicha su hermana, de que ya /12 no se acuerda. Y que ésta por desvelarla le /13 dixo: “calla, que burlando te lo devio de dezir”. /14 Y ella le dixo: “no de burla, sino muy de veras, /15 porque de antes me ha traido perseguida, y por /16 eso no más le tengo un odio que no lo puedo /17 ver. Y asi se lo dixe en la confession que no /18 lo podia ver por andar en tales cosas”. Y le /19 pareçe aver sido esta narraçion a la puerta /20 de su casa désta, porque se acuerda bien que, /21 acabadas de bolver de la iglesia, estuvieron /22 alli un ratillo en pie antes de despedirsse, diziendo /23 ésta: “buen confesor es el padre Rengel”,/24 respondio la dicha mulata: “no lo es porque /25 en la confession me ha requebrado. Y la /26 Joanna dixo: “tambien a ti te requebro?”. Res / 27pondio la mulata: “y por esto no lo puedo /28 ver”. Y luego la Joanna contó alli inme / 29diatamente todo quanto con el dicho fray /30 Joan Rengel le avia pasado, espresando las /31 palabras que entre él y ella avian pasado, /32 que son las que esta testigo tiene declaradas, /33 de que estarian escandalizadas todas tres, y /34 ésta en particular, por aver sido en la /35 confession y ser el tiempo santo que era. /36 Y que despedida la mulata, se entraron am /37bas hermanas a donde estava su madre, y /38 que alli bolvio la Joanna a referir todo /39 el caso, no hallandosse presente más que esta /40 testigo, sigun en la confession le acabava de {6Y} acontecer, y sigun queda declarado. Y que la /2 madre dixo a la Joanna: “dexalo, que es /3 un loco”. Y con esto cessó la plática por /4 aquella vez.\\5 Y que en otras muchas occeaciones que estas /6 tres conffesadas se juntavan y vian, que /7 era casi de ordinario por ser vezinas y /8 tener sus casas cerca la una de la otra, /9 bolvieron entre sí solas a tratar del /10 dicho caso, y algunas vezes en presençia /11 de sólo la madre destas dos hermanas, la /12 qual las reñia diziendo: “callad locas, /13 no andeis diziendo esso”.\\ /14 Y que assi mesmo, aviendosse publicado y leido /15 en la iglesia del dicho pueblo de Pirihuan, /16 a seis de dizíembre proxímo pasado del año /17 de mill y seiscientos y veinte, los edictos del /18 Santo Officio, y oido lo que tocante a las abso /19luciones y obligaçion de dar noticia de los /20 casos en ellos espresados se mandava, luego /21 el mesmo dia, o el siguiente, aviendo llegado /22 a su casa désta don Diego de Varahona, spa /23ñol, soltero, residente en este valle de Piri /24huan, y hallandosse solamente presente, /25 por aver aquel dia venidolas a visitar, do /26ña Joanna de Osseguera, spañola, donzella, /27 que reside en la estancia de Cotija, distri /28to del dicho pueblo del Tinguindin, y la /29 dicha Joanna de Vedoya, su hermana, pre /30guntó ésta al don Díego, communicando /31le primero, como le communicó, el dicho /32 caso de solicitud y declarándole cómo el /33 padre Rengel –espresandole tambien el /34 nombre– avia requestado en la confession /35 a su dicha hermana, sin pasar de aqui ni /36 declararle lo más que confesandosse le /37 avia pasado con él, si tenia obligacion de declararlo al Santo Officio. Y respondido el don /38 Diego que sí, luego el dia siguiente, bol /39viendosse a ver estas dos hermanas con {7} la dicha mulata Maria de Torres en el pueblo /2 de Pirihuan, acordaron todas tres entre /3 sí de manifestar y dar noticia del caso /4 a su ministro, para que él, en nombre dellas, /5 la diesse al padre fray Diego Muñoz, co /6mmissario del Santo Officio, con que des /7cargassen sus conciencias. Y que asi lo /8 hizieron ésta y la hermana, y no sabe /9 si la mulata aya acudido a darla de /10 su parte. [...] {7v} Preguntada si a otra alguna hija de confession /42 sabe o ha oido aya aconteçido caso semejante {8} de solicitud con el dicho fray Jooan (sic) Rengel, o a /2 ella le ha acontecido con otro confesor, clerigo /3 o fraile de qualquier orden, /4 dixo que no sabe más de que oyo tratar entre los vezi /5nos españoles del dicho pueblo de Pirihuan por /6 aquel mesmo tiempo –abrá diez años, poco más o /7 menos, y no se acuerda quiénes fueron– que el /8 dicho fray Joan Rengel avia peccado, o querido pecar, de por /9 fuerça con una yndia soltera llamada Monica, /10 criada entonçes de su madre, y de presente está /11 en eso de San Luis. Y que tratándolo assi los /12 vezinos, y como cosa de escándalo, les oyo dezir /13 que era sacrilegio, palabra que nunca ésta avia /14 oido, y que la traxeron dos o tres dias sin /15 quererla absolver hasta que la llevaron /16 a Acahuato a la presencia del padre fray Diego /17 Muñoz, commissario del Santo Officio, y ésta /18 la vio llebar sola una vez, por ser criada de /19 su casa\\ /20 Y que assi mesmo se acuerda que por aquel dicho /21 tiempo, tambien le dixo dos o tres vezes la dicha /22 yndia Monica que el dicho fray Joan Rengel la /23 perseguía y que ella andava huyendo dél, y que /24 era muy garañon –no lo oyo más que esta testigo–. /25 Y que a ella no le acaecio cosa alguna quando con /26 el dicho fray Joan Rengel se confesó, y tampoco /27 le ha sucedido con otros confesores cosa semejante /28 en sus confessiones. Solamente declara que el /29 dicho fray Joan Rengel casi todas las más vezes /30 que venía a su casa y la via a solas –esto fue /31 siete o ocho meses antes de aversse las tres con /32tenidas confessado con él– le tomaba las manos /33 y dezia si queria ser sus amores. Y que esto solo /34le dixo, y por cosa de veinte vezes durante el /35 espacio de dos o tres meses de los del número sobre /36 dicho. Y que por el aspecto amoroso con que esto /37 dezia y hazía, y especial por avería acometi /38do cinco o seis vezes en diversas occaciones de /39 las espresadas, con su rostro asia el désta para /40 quererla besar, lo que no tuvo effecto por aver /41le huido y retiradosse luego dél, entendio y /42 creyo siempre dél el fin malo que le movia {8v} de querer pecar con ella. Y siempre le respondio /2 que no queria, y que al punto se apartava dél. /3 Y declara que por andar en tales cosas no le /4 tenia devocion ni lo podia ver. Y que pasados /5 los primeros dos o tres meses de los del número /6 declarado, en los quales la avia, como dicho tiene, /7 requebrado, en los cinco o seis que se siguieron /8 hasta el dia en que se confesaron con él, nun /9ca más le bolvio a dezir cosa, porque andava /10 ya tras las dichas Joanna de Vedoya, su herma /11na, y Maria de Torres, mulata. Como entre todas /12 tres a solas se lo communicavan y declaravan, /13 tratando diversas y muchas vezes entre sí lo que /14 a cada una dellas le pasava con el dicho fray /15 Joan Rengel, y la Joanna dixó a ésta una vez, /16 de que en particular se ha acordado: “despues que /17 te dexó a ti y a visto que tú no quieres, anda ya tras de mí y me dize que sea /18 su devota”, con que iba entre éstas creciendo el /19 scandalo que el contenido les causava.\\ /20 Si sabe que alguna persona aya hecho o dicho algu /21na cosa que sea o parezca ser contra la santa /22 fe catholica, ley evangélica, que tiene, predica y /23 enseña la santa madre iglesia de Roma, /24 dixo que siendo muy niña, de hedad de siete o ocho /25años, viviendo con sus padres en el trapiche del /26 padre Recendis, clerigo presbitero, deffuncto, en este /27 valle de Pirihuan, yendo una vez al campo con /28 una mulata llamada Ynes, muger de un yndio /29 Joan, y es ya deffuncta, viendola ésta arrancar /30 y coger unas raiziilas redondas, a manera de /31 cacomites, cosa comestible, y pareciendole, como /32 niña simple, que serian ellos o algo de comer, /33 se lo preguntó a la mulata –no huvo personas /34 delante– y le respondio: “no son sino para darsse /35las a mi marido y amansalle la condiçion”, y que /36 no le declaró despues si se las avia o no dado, más /37 de que como criatura sin maliçia se las ayudó /38 a coger y se las traxo la mulata consigo a casa, /39 que tambien vivia en el dicho trapiche; y advirtio / 40 no havia hecho caso de las ojas, sino sólo de /41 sus raizes. Y que no pasó más que esto.\\ /42 Y que aora, abrá tres meses o quatro, que estando éstas {9} en su casa, y estando entonzes en ella doña /2 Cathalina de Oyo, muger de Christoval de /3 Yera Pocasangre, espanoles, que se bolvieron ya /4 a su huerta de cacao, y de presente residen en /5 el distrito del pueblo de Apacingan, jurisdicion /6 de Tancitaro, en este obispado de Mechoacan, /7 estando ésta un dia en la mañana en conversa /8cion con la dicha doña Cathalina –y no se /9 acuerda si tambien se huviesse hallado pre /10sente la dicha Joanna de Vedoya, su hermana, /11 y no otra persona– y tratando entre ambas /12 de que Bartholome Garrido, do de la mesma /13 doña Cathafina y residente en el pueblo de / 14 Santa Anna Amatlan, jurisdicion del dicho /15 Tancitaro, aviendo de antes tenido mala condi /16cion, se la avia amansado su muger doña /17 Angela con la suya, por ser peor. Y entrando /18 a esta sazon por la puerta de la sala donde /19 ellas estavan dos niños, hermanitos desta /20 testigo, Bernabelico, de seis años de hedad, /21 y Alonsico, de siete o ocho, con unas rositas /22 como amarillas y pardas en las manos, viendolas, ésta dixo a la /23 doña Cathalina: “¿es possible, sefiom que aya /24 yerbas que amansen a los hombres?”. Y ella /25 respondio que sí, y señalando con la mano /26 a las de los niños, dixo: “aquébas son, /27 y se han de dar en el chocolate, y no solamente /28 las han de dar a beber al marido, sino tambien /29 la muger la ha de tomar. Y éstas dimos a /30 mi marido Pocasangre, y mi hermana doña /31 Joanna de Oyo las dio tambien a Pedro de /32 Arguelles, el suyo, con que los hemos aman /33sado; y tambien las dimos a Garrido –el /34 sobre dicho su tio– ”. Y ésta le dixo entonzes: “no /35 han de ser las yerbas, sino sus raizes, por /36que siendo yo niña se las vi coger a una /37 mulata Ynes y se las ayudé, inocentemente /38 como niña, a coger, y me dixo eran para {9v} darsselas ella a su marido y amansalle la condicion, y vi que no hizo /2 caso sino de sólo las rayzes”. Y esto es /3 lo que de antes tiene ya declarado. Y sabido /4 esto por la dicha doña Cathialina, dixo a ésta: /5 “pues vamos a coger esas raizes, que las /6 quiero para llevarsselas, quando yo vaya /7 a Pazcuaro, a la pobre de doña Anna, /8 porque se las dé a su marido que tiene /9 mala condicion y le da mala vida”. Y / 10 poco despues, sería ya mediodia, salieron /11 ambas solas al campo y arrancaron y /12 traxeron de las dichas raízes a su casa, /13 las que las guardó la doña Cathalina. /14 Y no se acuerda dónde, más de que al /15 tiempo de guardarlas bolvio a dezir las /16 queria para llevar a la dicha doña Anna, /17 con que cessó de todo punto la plática tocan /18te a esta materia. Y que no ha commu /19nicado cosa tocante a ella con ninguna /20 persona, y tampoco la ha declarado a sus /21 confessores por no aver reparado en ello, /22 o por no haversele acordado quando se /23 confessava. Y que lo que ha sentido y creido /24 destas cosas tocantes a yerbas, de los dichos /25 tres o quatro meses ha esta parte, que fue /26 quando con la doña Cathalina trataron /27 dellas, es que son cosas muy malas /28 y de hechizerias. Y que por no haversse /29 confessado, despues de tenida la dicha con / 30versaçion, hasta oy más que una vez, /31 que fue el dia sanctissimo de la limpia /32 Concepcion de Nuestra Señora, quando y /33 donde y con quien tiene declarado, y aver /34sele entonzes olvidado, o por no aver he /35cho entonzes escrupulo a causa de averlo /36 ignorado, declara no haver tratado con con /37fesor alguno lo tocante a las yerbas. Y /38 que de presente propone acussarsse con mu /39cha humildad al Santo Offiçio de la culpa, /40 que ha declarado, de aver ayudado a la {10} dicha doña Cathalina a coger las raizes y aver /2le advertido ser ellas, y no las hojas, las que /3 causavan aquel effmo de amansar condiçiones, /4 con lo demas que su conciençia le ditare y hu /5viere en ella de que acusarsse; suplicando des /6de luego, como de rodillas supplica, al Santo /7 Tribunal de la Ynquisicion se sirva de per /8donarla y concederle misericordia. Y se /9 remitte a la diligencia y accusacion que /10 de sí mesma hara con toda brevedad, como catho /11lica christiana que desea acudir al reme /12dio de su conciencia. [...].\\\ Beatris de Bedoya.

Como podemos ver en el texto sobre “las yerbas que amansan a los hombres” hay todavía formas derivadas del siglo xvi. Por ejemplo, en las grafías todavía no se escribe “j” sino “g”: “Tres Reyes sugeto” en vez de “Tres Reyes sujeto”. También algunos grupos cultos como “ct” se pronuncian todavía sin la “c”: dotrina en vez de “doctrina”. La “i” se escribe todavía con una “y”: presbytero; la “c” todavía se escribe con “z”: dezir en lugar de “decir”. Esto es muy significativo puesto que, más adelante, en América no entra el ceceo sino que, a pesar de escribir “decir” pronunciamos “desir”.

En cuanto a las grafías todavía no son las que hoy conocemos: “oficio” lo escriben con dos “f”: officio, y “comisario” se escribe: commissario. “Confesarse” se escribe: confessarsse. Lo que ahora es “s” o “c” en España se escribía con “ç”. Por ejemplo: Garçia y Françisco. “Juana” todavía se dice Joanna; y, como ya lo dije, creo, la “j” todavía se escribe con “x”: dixese, dixo. Es decir, las grafías en el siglo xvii conservan lo que hoy llamaríamos “arcaísmos” del siglo xvi. Ejemplos: avia, devio en vez de “había” y “debió”; aya en vez de “haya”; Bolver en vez de “volver”, peccado, yndia, llebar, etc. También hay una duplicación en la bilabial oclusiva sorda, como en supplica. Otra palabra cuya escritura es muy diferente es defunctos en vez de “difuntos”. Es decir, posteriormente la “e” se palataliza y se vuelve “i”, la “c” del grupo culto “ct” se pierde.

Veamos las líneas 26 y 27, donde hay un uso muy interesante en la oración o la construcción sintáctica: “Y que les dixo: `¿cómo /26 os tardasteis tanto que yo de prestito me con /27 fessé?”’ He preguntado a varias personas de distintas clases sociales, sobre todo rurales –porque podría ser un arcaísmo–, pero ninguna me ha sabido responder qué significa “de prestito”. Sin embargo, es obvio que “de prestito” viene de “presto”, o rápido. Todavía hoy podemos decir “Hazlo con prestitud”, aunque rara vez, puesto que en general se prefiere decir “hazlo rápido” o “hazlo prontamente”. En cuanto a nombres propios, en la línea 42, leemos: “Fray Jooan”; es obvio que se trata de lo que hoy diríamos Juan; y para el apellido “Rengel” también parece raro, ya que hoy diríamos Rangel. Líneas más adelante (7v, 8) el mismo escribano pone “Joan” en vez de “Jooan”, y así sucesivamente en otras partes del texto. Un caso curioso, también sobre nombres propios son los nombres “Catalina de Oyo, muger de Christoval de Yera Pocasangre, españoles que se bolvieron ya a su huerta de cacao ...”. Hoy nos parecería extraño, tanto aquí como en España, el apellido “Pocasangre”.

Sobre el léxico, en el siglo xvii había una confusión, porque se decía “mulato” en vez de “mestizo”, muy probablemente por influencia de los negros que llevaron los españoles a trabajar en Cuba y Santo Domingo. Por ejemplo, el texto dice: “yendo una vez al campo con una mulata llamada Ynés, muger de un indio ...”. Otro uso distinto al español actual es, por ejemplo, se dice que una mujer “parecio, siendo llamada, y juró ...” (l. 11) en vez de “apareció”, o mejor dicho, “compareció”. También podemos observar que a los españoles les costaba mucho trabajo las pronunciaciones en lenguas indígenas. Por ejemplo, en tarasco o purépecha dicen “Pázcuaro” en vez de “Pátzcuaro”. Lo mismo ocurre cuando escriben “Mechoacan”, en vez de Michoacán (l. 2). En cuanto al uso de las preposiciones, en algunos casos son todavía muy distintas al uso actual. Por ejemplo, en vez de decir “a los tres días del mes de marzo”, se dice “en tres dias del mes de marzo” (l. 3).

2. Documento número 88 del libro de Concepción Company (1994, 264): 1625, ciudad de México. AGI: Indiferente General 2077

Notita autógrafa de Juan Muñoz de Escobar a un miembro del Consejo de Indias solicitándole un fiar para un pariente

Desde que sali esta mañana, de la /2 quarta hasta çerca de las doçe, estube /3 aguardando a vesar a v. md. /4 las manos, y suplicarle me la hiciese /5 en el buen despacho del memorial, yn /6clusso por ser pariente çercano /7 de mi suegra.\ Aquella ora me /8 dixeron que v. md. no havia stado /9 bueno la noche y que no se levan /11taria hasta la de comer, por / 11 lo qual me parecio no ocupar /12 a v. md. A quien supplico, por /13 ganar algund tiempo, se sirva /14 de haçerme merced que en el /15 primero consejo se me despache. /16 Que sera para mí grandisima /17 merced, pero mayor el serviçio /18 a v. md., a quien guarde Nuestro Señor /19 muchos años como desseo. /20 De cassa, oi miercoles, 23 /21 abril, 625.\\\ Juan Muñoz descobar.\\\ [En el margen inferior derecha] Señor Juan Ruiz de Contreras.

En esta notita autógrafa, vemos las características siguientes: en la línea 2 dice “quarta hasta çerca de las doçe estube aguardando a vesar a ...”. Tanto en çerca como en doçe hay una “ç” y en “estube” hay una bilabial sonora que en pronunciación es la misma pero que hoy escribiríamos con “v”, aunque quiero reiterar que la pronunciación es exactamente la misma. Continuando con la línea 5, dice “en el buen despacho del memorial, ynclusso por ser pariente çercano de mi suegra”. En este caso llama la atención cómo escriben “incluso”, es decir, con “y” y dos “s”. En la línea 8 dice: “Aquella ora me dixeron que v. md. no havia stado bueno la noche y que no se levantaria hasta la de comer, por lo qual me parecio no ocupar a v. md.” Sobre esto podemos comentar que “hora” se escribe todavía sin “h” y había con “v”, estado sin “e”; es más interesante el uso de bueno en vez de bien; hoy diríamos “no había estado bien”. También llama la atención la falta de la preposición “en”: escriben “la noche” en lugar de “en la noche”. También es muy relevante que se diga “no se levantaría hasta la de comer”, en vez de “la hora de comer”.

3. Documento del siglo xvi. Carta autógrafa (Company, 1994, 186): 1574, ciudad de México. AGI: Indiferente General 2057

Carta autógrafa de Alonso Montaño, encomendando a gente de su confianza la resolución de un conflicto familiar por herencia de bienes

Muy magníco señor.\\\\ Ésta será para besar las manos a v. merçed muchas vezes. Del señor /2 Juan Lopez Sayago, hermano de b. merçed, supe cómo v. merçed estava bueno /3 y de salud, la qual plega a Nuestro Señor dar a b.merçed por muchos /4 años con todo lo por v. merçed deseado. Ya sabra v. merçed cómo yo enbié /5 con Alonso Gomez, el cardero, que fue de esta çiudad y Nueva España /6 a esa villa de la Puebla de Sancho Perez, çierta cantidad de pesos /7 de oro, para que siendo mjs hermanos, Francisco Sanches y Benito Gutierres, /8 servidos de que entre mj y ellos ubiese claridad de lo que cada uno /9 abia de aver de la herençia de nuestros padres, Juan Sanchez Corde /10ro y Majra Gutierres; y esto con amor y amjstad de hermanos. /11 Y para que abiendo efeto entre los dichos mjs hemanos en la dicha petjçon, en amjsta y concordia, como dicho tengo, el dicho Alonso /13 Gomes, les diese a los dichos mjs hennanos, o a sus herederos, los pesos de / 14 oro que se consertase (sic) entrellos. Esto, como v. merçed sabe, á ya tres /15 años que los enbié y hasta agora yo no e bisto letra nj razon de /16 lo que se a negociado. Anme dicho que el Alomo Gomes entró lue/17 go con plejtos y contiendas entre mjs hermanos y yo, de lo qual /18 me a pesado en el ánima. Bisto esto, acordé suplicar a v. merçed /19 y al señor bachiller Garcia Hernandes, caballero qujen juntamen /20te con v. merçed enbío mj poder, como por él paresçerá, que /21 va con ésta, se me haga merçed que anbos a dos juntamente, o ca/22da uno por sí, con este dicho mj poder tratar buenamente /23 con mjs hermanos Francisco Sanches y mj sobrino, hijo de my hermano /24 Benjto Gutierres, si fueren serbidos que buenamente nos a /25vengamos. Y para que si quisieren hacerlo, enbío el dicho oro /26 a v. merçed, para que haziendo valança de los bienes y de lo /27 que yo e pagado e pagado, ques en mucha cantidad, y los /28 bienes que mj padre dexó no son muchos. Porque si yo no me /29hallara [...]

Resulta muy relevante que el español del siglo xvi sea muy parecido al del siglo xvii, como se ha dicho (cf. Moreno de Alba, 1995). Por ejemplo, en la carta autógrafa de Alonso Montaño, en general, no siempre, escriben “j” por “i”. Esto sucede en la línea 7, donde aparece “Majra” en lugar de “Maira”, “amjstad” por “amistad”, “Benjto” por “Benito”, “mj padre” en vez de “mi padre”, “Qujisieren” por “Quisieren”. En la línea 11, “Y para que aviendo efeto entre dos dichos mjs hermanos en la dicha partjçion en amjsta y concordia como dicho tengo el dicho Alonso ...”, podemos ver que también en “aviendo efeto” no se usa todavía la “h” y el grupo culto “ct” no se pronuncia, pues dicen “efeto” en lugar de “efecto”. Además, “partjçion” todavía no se escribe con “i” y la “c” continúa teniendo cedilla. En la línea 14 aparece también el “mj” y escriben “Ysabel”, “conçierten”. En la línea 19 se dice que “angelo brunengo, vezino de Sevilla ...”. Salvo la “o” final de “Angelo”, lo escribiríamos igual, pero no así “vezino”, que hoy escribiríamos con una “c” sorda; la “z” en la época era sonora, lo que constituye uno de los principales cambios que se dieron en el siglo xvii.

mostrar Conclusiones

A través de los textos, hemos visto de una manera mucho más clara cómo era el español del siglo xvii y, hecha esta labor, podemos sacar conclusiones muy relevantes.

En primer lugar, aunque se había hablado de la fonética y de la fonología, pocas veces se hablaba antes de las grafías. Éstas son las que revelan qué sucede con la fonética y la fonología, por supuesto. Al analizarlas podemos llegar a conclusiones menos hipotéticas y más reales. Por ejemplo, hemos visto cómo se reflejan en las grafías los sonidos cambiantes en el siglo xvi y cómo continúan inestables en el xvii. En segundo lugar, los textos siempre deben ser la base de toda interpretación, llamémosla “hermenéutica”, puesto que la escritura nos lleva a entender y a formular las interpretaciones que en muchos casos son literarias. Sin embargo, en este caso no lo son, puesto que sólo se transcriben documentos, cartas, oficios, que, a mi modo de ver, no tienen un valor literario, sino histórico. En tercer lugar, afirmo otra vez que el rasgo más importante que comparten el siglo xvi y el xvii es la duda en cómo transcribir los sonidos cambiantes de esa época. Esta situación no se resolverá hasta el siglo xviii y, en algunos casos, hasta la próxima centuria. Por último, confío en que este ensayo dé luz sobre la situación del español, no sólo en el siglo xvii, sino sobre su evolución hacia el siglo xviii y explique, al mismo tiempo, cómo era el español del siglo xvi.

mostrar Bibliografía selecta

Boyd-Bowman, Peter, “Léxico hispanoamericano del siglo xvii”, Nueva Revista de Filología Hispánica, vol. 36, 1987.

Catalán, Diego, “The end of the phoneme /z/ in Spanish”, Word, vol. 13, 1957, pp. 283- 322.

Company Company, Concepción, Documentos lingüisticos de la Nueva España, México, D. F., Universidad Nacional Autónoma de México, 1994.

Garza Cuarón, Beatriz, El español hablado en la ciudad de Oaxaca, México, D. F., El Colegio de México, 1987.

Martinet, André, Economía de los cambios fonéticos: tratado de fonología diacrónica, trad. de Alfredo de la Fuente Arranz, Madrid, Gredos, 1974.

Moreno de Alba, José. G., El español en América, México, D. F., Fondo de Cultura Económica, 1995.

----, “El español mexicano”, en Beatriz Garza Cuarón y Georges Baudot (coords.), Historia de la literatura mexicana, vol. 1, México, D. F., Siglo xxi, 1996, pp. 103-127.

Parodi, Claudia, Orígenes del español americano, México, D. F., Instituto de Investigaciones Filológicas/ Universidad Nacional Autónoma de México, 1995.