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"Natural de la villa de Zamora en la provincia de Michoacán; lector jubilado del orden de San Francisco; guardián del convento de Celaya y definidor de la provincia de San Pedro y San Pablo”.[1] Francisco Eduardo de Tresguerras, en sus memorias Tres zamoranos ilustres (biografías del doctor Benito Díez de Gamarra, de fray Manuel Martínez de Navarrete y de fray José Antonio Plancarte), escribe la siguiente semblanza:
En la villa de Zamora (tan justamente alabada), nació de padres nobles y muy cristianos el R. P. fray José Antonio Plancarte, a 5 de diciembre del año de 1735, y se bautizó el día de la Traslación de la santa casa de Loreto, 10 del propio mes; y murió en la ciudad de Celaya el viernes 29 de diciembre del año de 1815, a las dos de la tarde, cumpliendo así ochenta años y veinticuatro días.[2]
Entre sus obras, además de algunos sermones, Beristáin cita:
Flores guadalupanas o Treinta sonetos en alabanza de la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe de México (México, 1785): “es una compilación de sonetos de varios ingenios, como confiesa el mismo compilador, que añadió algunos propios” (loc. cit.).
Lágrimas sacrosantas derramadas por Jesucristo en su santísima Cruz (México, Ontiveros, 1788).
Poema panegírico hispano-latino de la Concepción Inmaculada de la Virgen María (México, Ontiveros, 1790): “tres cantos, dos castellanos y uno latino” (loc. cit.)
Recreación poética (México, Ontiveros, 1794).
Sin embargo, según Méndez Plancarte, las obras publicadas de fray José Antonio suman unas 20, “las más impresas sueltas en pequeños opúsculos, todos ya ahora rarísimos y no pocos inencontrables, aunque varios tuvieron hasta dos o tres reediciones”.[3] Gracias al manuscrito Varias piezas de poesía y prosa compuestas por el Rdo. Pe. Fr. José Antonio Plancarte […] recopiladas a expensas del Br. Dn. José Anastacio [sic] Plancarte, pariente y paysano del autor. Año de 1823, por el cuidado de un vecino de Celaya, para honrar la memoria de religioso tan sabio como exemplar[4] se conocen esas 20 obras. Así, Méndez Plancarte corrige la lista de Beristáin:
1] Llanto de la Aurora: vejamen de estudiantes (inédito, Celaya, 1759).
2] Novena de la Inmaculada Concepción (reimp. 1759).
3] Viernes últimos de cada mes en honra de los dolores de María (1796).
4] Día veinticinco de cada mes en honor del beato Sebastián de Aparicio (1793 y 1802).
5] Alabanza a los cinco señores: Jesús, María, José, Joaquín y Ana (1794).
6] Novena a María Santísima de la Concepción en su portentosa imagen del Pueblito (1791).
7] Día guadalupano, doce de cada mes (1782 y 1794).
8] Lágrimas sacrosantas derramadas por Cristo (1788).
9] Afectos piadosos de un pecador convertido (1787).
10] Flores guadalupanas: sonetos (1785).
11] Recreación poética: sonetos y endechas (1794).
12] Poema panegírico hispano-latino en honor de la Inmaculada Concepción (1790).
13] Otro Panegiris poético en elogio de la Inmaculada Concepción (inédito, Celaya, 1802).
14] Sermón de profesión de doña María Ignacia de la Rocha (1799).
15] Epitafio latino y soneto fúnebre a don fray Antonio de San Fermín (1806).
16] Oración fúnebre latina a fray Domingo de Villaseñor.
17] Sermón de gracias por la exaltación de Carlos iv al trono de España (México, Jáuregui, 1791).
18] Florecitas varias “para el alivio de los predicadores” (inédito).
19] Hortus Virgineus (inédito).
20] “Otras muchas manuscritas”.[5]
Como puede verse, de las obras poéticas, Beristáin sólo cita los números: 8, 10, 11 y 12. En cuanto a la obra Flores guadalupanas que, según Beristáin, reúne sonetos guadalupanos de varios autores, Méndez Plancarte aclara que hay 18 sonetos anónimos y 12 añadidos, que son lo de fray Juan Antonio, o por lo menos, por él reconocidos: “… es indudable que fray José Antonio hubo de hacerles su «revisión» a esos sonetos ajenos (si es que lo eran, en realidad), puesto que entre ellos y los «añadidos» por él adviértese plenísima unidad de estilo y de gusto, sin que parezca fácil deslindar una y otra pluma.”[6]
