1995 / 07 sep 2018 13:48
Economista, sociólogo, fundador de instituciones y empresas culturales, historiador y periodista político, Daniel Cosío Villegas (1898-1976) fue ensayista e historiador eminente y uno de los grandes promotores de nuestra vida intelectual. Sus primeras obras son de tema literario y con cierta influencia azoriniana: Miniaturas mexicanas (1921) y una novela corta, Nuestro pobre amigo (1924). Por estos años, Cosío Villegas fue de los discípulos de Pedro Henríquez Ureña –quien pudo enseñarle el rigor, la disciplina y el afán de grandes obras formativas–, escribió en la revista México Moderno, participó en la edición de los “clásicos verdes” de José Vasconcelos y colaboró en La Antorcha, también de José Vasconcelos, de la que fue codirector en 1925, junto con Samuel Ramos y Pedro de Alba. De 1925 a 1928 estudió Economía en universidades estadounidenses y europeas. Al volver a México estuvo entre los fundadores de la sección de la Facultad de Derecho, que luego será, en 1933, la Escuela Nacional de Economía, que dirigirá en 1933-1934. En este último año, fundó la revista El Trimestre Económico y la editorial Fondo de Cultura Económica, que dirigirá de 1934 a 1948, años decisivos para convertir a esta editorial en una sólida empresa que cubre un amplio espectro intelectual.
En 1937 inició gestiones para invitar a México a intelectuales españoles, proyecto que culmina en 1938 con la fundación de La Casa de España en México, que presidió Alfonso Reyes, con Cosío Villegas como secretario, institución que en 1940 se convierte en El Colegio de México. De 1940 a 1957 es secretario-tesorero de El Colegio, y de 1957 a 1963 su presidente. En El Colegio, funda y dirige (1951-1961) la revista Historia Mexicana y asimismo Foro Internacional (1960-1963).
Después de muchos años sin publicar libros propios, Cosío Villegas reúne en Extremos de América (1949), algunos de sus estudios escritos a partir de 1940. Junto a otras páginas memorables, aquí se recoge un ensayo tan apasionante como “La crisis de México” (1947), que convertirá a su autor en uno de los más lúcidos pensadores mexicanos y en una de las conciencias de diagnóstico más penetrante sobre nuestros problemas. Sus ensayos de esta colección y los que añade en Ensayos y notas (1966) tienen una agudeza irónica y una flemática frialdad que los hacen tan inusitados como atrayentes.
En los años finales de los dedicados a la organización del Fondo de Cultura Económica y El Colegio de México, don Daniel pasa a otra etapa de su carrera intelectual: la historia.
Cosío Villegas desembocó en la historia –dice Enrique Krauze– gracias a un atrevimiento que se llamó “La crisis de México”. El ensayo había sido más una pregunta que un manifiesto público. Algunas respuestas, la de [José] Revueltas, sobre todo, le abrieron una incógnita mayor y una promesa: el pasado. Como intelectual, sintió la necesidad de entender ese “deterioro” del liberalismo que se llamó Porfiriato, esa reacción al Porfiriato que fue la Revolución y la fatalidad histórica llamado neoporfirismo.[1]
En 1950, don Daniel organiza un seminario, integrado por jóvenes economistas e historiadores, que trabajará durante quince años en la redacción y edición de la Historia moderna de México. La obra comenzó a publicarse en 1955 y se concluyó en 1972: siete tomos o títulos en diez volúmenes, que abarcan el periodo 1867-1910, dividido en dos secciones, “La República restaurada” (1867-1876) en tres volúmenes, y “El porfiriato” (1876-1910) en siete volúmenes, que comprenden “La vida política”, “La vida económica”, “La vida social” y “La política” interior y exterior. Don Daniel fijó pautas y métodos, dirigió la totalidad de la obra y escribió los volúmenes dedicados a Política (i, v, vi, ix y x) más las diez “Llamadas” generales y particulares que preceden a cada uno de los volúmenes. El equipo de colaboradores que redactó el resto de la Historia, estuvo formado por Francisco R. Calderón, Luis González, Emma Cosío Villegas, Guadalupe Monroy, Moisés González Navarro, Luis Nicolau D’Olwer, Guadalupe Nava Oteo, Fernando Rosenzweig, Luis Cosío Silva, Gloria Peralta Zamora y Emilio Coello Salazar. Charles A. Hale explica uno de los logros de la Historia moderna como sigue:
Al abrirse paso a través de la aparentemente impenetrable barrera ideológica levantada por la revolución de 1910, al eludir el impulso centenario de la historiografía y al basar sus interpretaciones en una investigación seria, Daniel Cosío Villegas y sus colaboradores han dado nueva vida al estudio profesional del México moderno y contemporáneo, tanto dentro como fuera del país.[2]
Mientras escribía la Historia Moderna, Cosío Villegas escribió tres libros de temas afines a su empresa principal: Porfirio Díaz y la revuelta de la Noria (1953) –que finalmente incluyó en el primer volumen de la Historia–, Estados Unidos contra Porfirio Díaz (1956) y La Constitución de 1857 y sus críticos (1957).
El primero de estos dos últimos –comenta Krauze– es un orgulloso relato de la gallarda política exterior de Porfirio Díaz durante su primer régimen presidencial. El segundo es una defensa apasionada de la Constitución del 57 y la República restaurada, la época según Cosío, más limpia, más humana, más madura que ha vivido el país.[3]
En agosto de 1968, cuando había terminado las labores académicas y diplomáticas, y estaba a punto de concluir la edición de la Historia moderna de México, don Daniel inició su última tarea y, según sus palabras, se vistió “esta nueva casaca intelectual de comentarista de un diario”, que fue Excélsior. Semanalmente, escribió del 18 de agosto de 1968 hasta el 2 de abril de 1971; después de una suspensión, reanudó sus colaboraciones el 26 de junio de 1971 y las concluyó el 30 de marzo de 1974. La primera serie se reunió en Labor periodística. Real e imaginaria (1972); la segunda, no se ha coleccionado. Eran estos los años del fin del gobierno del presidente Díaz Ordaz y la iniciación del presidente Echeverría, y era el tiempo aciago del conflicto estudiantil de 1968. Al sistema político, a las personalidades del momento, al estudiante y su Universidad, y a cuestiones diversas dedicará don Daniel sus artículos.
Como periodista, se inventó un estilo de singular eficacia: directo, con dichos populares, socarrón y a veces maligno, contundente e irónico, y sobre todo, con juicios apoyados en un razonamiento inteligente y sagaz. Su éxito fue enorme y sus opiniones tuvieron peso y autoridad, sobre todo en el campo político. Esto lo llevó a desarrollar sus diagnósticos sobre las personalidades y las coyunturas políticas entonces inmediatas, en libros muy leídos y que fueron su primer gran éxito editorial: El sistema político mexicano (1972), El estilo personal de gobernar, (1974) –del presidente Echeverría–, La sucesión presidencial (1975) y La sucesión: desenlace y perspectivas (1975) o sea, el “destapamiento” de López Portillo como candidato presidencial.
Don Daniel escribió sus Memorias (1976, póstumas) en su último estilo conversable, agudo y con algunas espinas. Además de estas Memorias pueden consultarse: Extremos de México. Homenaje a Daniel Cosío Villegas (1971); Enrique Krauze, Daniel Cosío Villegas. Una biografía intelectual (1980); Enrique Krauze (comp.), Daniel Cosío Villegas. El historiador liberal, (1984); y Gabriel Zaid (comp.), Daniel Cosío Villegas, Imprenta y vida pública (1985).
09 dic 1988 / 25 jun 2018 11:10
Realizó sus estudios profesionales en la Escuela de Altos Estudios, hoy Facultad de Filosofía y Letras (ffyl), y en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, ambas de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) de México. Combinó estos estudios con el aprendizaje y la enseñanza de incipientes disciplinas que renovaron el panorama cultural de la época: la Sociología y la Economía, siendo esta última en la que se especializó en las Universidades de Harvard, Wisconsin y Cornell, en los Estados Unidos. Estudió Ciencias Políticas en Londres y París. Discípulo de Antonio Caso, José Vasconcelos y Pedro Henríquez Ureña en momentos de la reconstrucción posrevolucionaria, concibió la necesidad de fundar en México instituciones especializadas en investigaciones sociales y humanísticas y empresas editoriales: surgieron así, el Fondo de Cultura Económica (fce), en 1934, y la Casa de España en México, en 1938, centro del exilio español que más tarde se convertiría en El Colegio de México (colmex). Ambas instituciones cristalizaron sus proyectos, complementados con la creación y publicación de revistas que él mismo coordinó, como El Trimestre Económico, del fce; Historia Mexicana (1951) y Foro Internacional (1960), del Centro de Estudios Históricos y del Centro de Estudios Internacionales respectivamente, así como la serie “Jornadas”, dedicada a temas sociales y humanísticos; las tres, publicadas por el colmex. Colaboró con ensayos en revistas, suplementos y diarios, como México Moderno, Letras de México, Cuadernos Americanos, Revista de Revistas, Plural, Vuelta, “México en la Cultura” y Excelsior.
Daniel Cosío Villegas, historiador y politólogo, sociólogo y economista. Publicó narrativa, ensayos y reseñas. Escribió “Santamocha”, de carácter autobiográfico, que nunca publicó. Miniaturas mexicanas es una colección de ensayos breves sobre el viaje y la descripción de la provincia mexicana durante la Revolución Mexicana y las reflexiones sobre diversos aspectos, a las que el autor dio el nombre de "Teorías". Mi pobre amigo es la historia de un grupo de amigos, donde el narrador ve transcurrir su vida desde la juventud hasta la vejez; este espacio le permite ejercer la crítica de las costumbres de la sociedad postporfiriana. Tiene otros escritos ensayísticos, algunos de ellos le permitieron disertar mordazmente sobre los días aciagos e inciertos posteriores al movimiento armado de la Revolución Mexicana. Sus Memorias retratan la vida intelectual de México a lo largo de cincuenta años. Desarrolló una ardua investigación y producción bibliográfica sobre Historia y Política. Desde muy joven se interesó por analizar los efectos que la Revolución Mexicana en la vida del país. Comparó y halló semejanzas entre el periodo revolucionario y el Porfiriato, que estudió con mayor profundidad. Escribió un polémico ensayo, "La crisis en México", publicado en 1947. La maquinaria del poder fue otro de los aspectos que estudió en sus libros El sistema político mexicano y El estilo personal de gobernar, donde se centró en la figura del entonces presidente Luis Echeverría Álvarez; ambos libros resultan fuentes indispensables para conocer el periodo y una muestra de la profundidad de sus investigaciones. Encabezó la investigación que dio como resultado los volúmenes que coordinó, Historia general de México y la Historia mínima de México, quizás la obra académica más traducida a otra lenguas; la Historia de la Revolución Mexicana y la Historia moderna de México, una de las obras más ambiciosas y relevantes sobre la historia política, social y económica del México del siglo xx.
Instituciones, distinciones o publicaciones
El Colegio Nacional (COLNAL)
Instituto Mexicano del Libro
Fondo de Cultura Económica FCE
Premio Nacional de Ciencias, Letras y Artes
México Moderno. Revista de Letras y Artes
Vida Mexicana. Revista mensual de ideas sobre asuntos de interés
Casa de España en México
Letras de México. Gaceta literaria y artística
Cuadernos Americanos. La revista del mundo nuevo
Revista de Revistas
Plural. Crítica y literatura
Vuelta. Revista mensual