Prólogo de Gerardo Martínez Cristerna.
Crimen y Castigo, publicado en 1866, es la novela cumbre de Fiódor Dostoievski. Este clásico de la literatura universal recupera una imagen de la sociedad de su tiempo, en la que el malestar social predominaba.
El protagonista de esta obra, que apenas sobrevive, debe abandonar sus estudios, situación que lo resiente y por lo cual decide cometer un crimen –alevoso y premeditado- contra una vieja usurera que se aprovechaba de la miseria de la gente. Sin embargo, tomar justicia por su propia mano no resulta tan sencillo como él lo pensó, pues a esta decisión le sucede la culpa.
El dilema del libre albedrío es uno de los temas centrales en esta novela, que se desarrolla en un entorno de pobreza extrema que lleva a los personajes a cometer actos indignos –como la prostitución, el robo o el asesinato- para subsistir. Dostoievski plantea que los actos del individuo no pueden separarse de las normas sociales, por eso el arrepentimiento del protagonista homicida.
Crimen y castigo explora zonas oscuras de la psique humana, y logra conmover al lector porque los temas que aborda (la injusticia social, la necesidad extrema, el problema de decidir entre el bien o el mal, las adicciones que enturbian la mente de los individuos, etc.) no le son ajenos.
Esta vez llega a nuestras manos de una manera novedosa, pues las imágenes que el autor ruso logra imprimir en palabras se hacen gráficas gracias a la excelente adaptación de Eduardo Molina.
Perseguido por sus disertaciones sobre la justicia -que le hacen dividir a los hombres en superiores e inferiores- y bajo el impulso de la miseria en que vive, el joven estudiante protagonista comete un asesinato. Aunque al principio carece de remordimiento, pronto su conciencia comienza a torturarlo y termina acorralado por sus propios miedos, por el descubrimiento de ser tan egoísta e inferior como el resto de los mortales.
La célebre de novela Dostoievski está construida por un remolino de voces, recuerdos, pensamientos y dilemas morales que luchan dentro de su personaje, llevándolo de su perdición a su rendención, mostrando en ese trance la multiplicidad interna y los abismos que dan forma al ser humano. El retrato psicológico de un crimen y la historia de un antihéroe que cree ser lo contrario.