Desde finales de 1874 hasta mediados de junio de 1876, Guillermo Prieto realizó una prolífica actividad periodística en la Revista Universal, periódico editado por su nuevo propietario, José Vicente Villa, junto con Ignacio Ramírez, Juan de Dios Peza y otros. Prieto no fue sólo redactor de la publicación sino uno de los principales editorialistas: también publicó versos y artículos sobre diversos temas políticos y sociales, así como la serie de trece cartas dirigidas al Nigromante sobre un viaje a Jalapa en 1875. Una de las colaboraciones más notables de Prieto fue la serie de 51 crónicas que con el título de "Charlas domingueras" publicó cada domingo durante más de 2 años, con una sola interrupción de cinco meses, del 7 de noviembre de 1974 al 5 de marzo de 1876. Con gran dominio del estilo, Prieto describe en sus crónicas –unas veces con humor, otras con ironía, pero siempre con ingenio y talento– a distintas clases sociales de la época, a personas de teatro, los nuevos bailes populares, a los viejos y nuevos literatos, las calles de Tlalpan y el costado de San Jerónimo; reconstruye épocas pasadas y deja noticias sobre su presente.