Edmundo O'Gorman y Justino Fernández inician la Editorial Alcancía a principios de 1932, con la finalidad de publicar “obras selectas, en ediciones limitadas”. La revista que lleva el mismo nombre surge un año después, también dentro del proyecto de estos dos escritores.
En casa de la familia de O'Gorman solían reunirse en tertulias dominicales Ricardo de Alcázar, Enrique Asúnsolo, Juan O'Gorman, Margarita O’ Gorman, Carolina Amor, Juan Legarreta y Manuel Zubieta. De estas reuniones surgió la idea de fundar la editorial. Se establecieron en la calzada de Vallejo.
En marzo de 1932 vio la luz La Fábula de Equis y Zeda, de Gerardo Diego, que ya había sido publicada en Contemporáneos.
La segunda publicación de Alcancía, de 1932, fue una plaquette titulada Unos cuantos sonetos que su autor, Renato Leduc, tiene el gusto de dedicar a las amigas y amigos que dentro se verá. En mayo del mismo año, se imprimió el Corrido de Domingo Arenas, de Miguel N. Lira.
En junio y julio vio la luz Dos cuentos, de Rubén Salazar Mallén. A éste siguió otro libro del mismo autor, Aportaciones a la monografía de Acapulco. En diciembre del mismo años se imprimió Poemas adrede, de Gerardo Diego.
O'Gorman y Fernández pensaron en producir, al mismo tiempo y para aprovechar las instalaciones de su taller editorial, un órgano de difusión. Decidieron fundar una plaquette, como la llamaba Fernández, que llevaría el nombre de Alcancía, al igual que la editorial, y que sería mensual. Salieron cinco números (el último, en mayo de 1933).
En 1933 los dueños decidieron comprar una prensa grande con motor y cambiar de domicilio. Las nuevas instalaciones se encontraban en la 3ª. Calle de Ernesto Pugibet, en la ciudad de México.
En febrero de ese mismo año se publicó un volumen con poemas del colombiano Porfirio Barba Jacob: Canciones y elegía. Fue una edición homenaje al poeta y contenía un prólogo escrito por él. En marzo se imprimió otro libro de Renato Leduc titulado Algunos poemas deliberadamente románticos y un prólogo en cierto modo innecesario. Los escribió Renato Leduc para Amalia Fernández Castillón.
Posteriormente, salió una plaquette de Anselmo Mena con el título de Adioses, fechada en junio del mismo años. Ese año publicaron también Oda a Walt Whitman de Federico García Lorca. En julio de 1934 se publicó Oscuro dominio de Juan Larrea.
La Editorial Alcancía terminó sus funciones con la publicación de Poesías de Anselmo Mena, en noviembre de 1934. Sus actividades quedaron suspendidas durante algunos años.
En 1937 O'Gorman y Fernández inician la tercera etapa de la editorial con la publicación de un libro de ensayos. Llevó como pie de imprenta “Alcancía”, aunque en realidad el tiraje se realizó en la Imprenta Artes Gráficas, S. A. El libro llevó el título de Santo Tomás Moro y la Utopía de Tomás Moro en la Nueva España.
En noviembre de 1937 se publicó un manuscrito inédito sobre el asalto del pirata Lorencillo al puerto de Veracruz, el 1683. En 1938, se imprimió la crónica del “Conquistador Anónimo”.
En 1938, se imprimió también un ensayo de Manuel Toussaint en torno de la obra de Cecil Crawford O'Gorman, padre de Edmundo. Se hicieron dos versiones: la primera en inglés, con el título Portrait and Landscape, as show in the work of Cecil Crawford O'Gorman, y la versión en español: Retrato y paisaje en la obra de Cecil Crawford O'Gorman.
En abril de 1939 se publicó Túmulo imperial de la gran ciudad de México, de Francisco Cervantes de Salazar, impreso originalmente en 1560.
En octubre del mismo año se editó un libro de José Gaos, Los Fragmentos de Heráclito. Este fue el último libro de la tercera época de Editorial Alcancía.
Unos años después en 1946, Guadalupe Amor publicaría, en esta editorial, Yo soy mi casa. La edición se realizó en un taller de la calle de San Ildefonso. De la misma autora se publicó Puerta obstinada, en 1947.
El último título que publicó la editorial fue Cena de los aforismos, en 1959. Contenía una nota de Luis Barragán y aforismos de Edmundo O'Gorman, María Luisa Lacy, Justino Fernández, Gloria Cándano y José Gaos.
Algunos ilustradores de la Editorial Alcancía fueron Justino Fernández, Enrique Kuri y Alejo Ortiz.