Durante los últimos veinticinco años un buen número de poetas, narradores, dramaturgos, ensayistas han enriquecido y transformado nuestra tradición literaria. Se trata de escritores originales y activos, cuyas obras -parte fundamental del panorama de las letras mexicanas- merecen ser más leídas y conocidas. La colección La Centena, en sus vertientes de narrativa, poesía, teatro y ensayo, está dedicada a recuperar esas obras significativas y a valorar a sus autores.Además de poesía, José Vicente Anaya (1947) ha explorado otros géneros literarios como el ensayo, la traducción, el reportaje y la crítica. De su obra publicada se puede citar: Avándaro, Los valles solitarios nemorosos, Morgue, Punto Negro, Largueza del cuento corto chino; en el mismo año que Híkuri (1982) también publicó Piratas/Poetas, les siguieron los títulos: Cayeron del cielo, Híkuri y otros poemas (1989), Breve destello intenso, Poetas en la noche del cielo, Cuento breve japonés y Peregrino. También fue editor de la revista Alforja.
José Vicente Anaya como poeta fue condenado a la vida, como ser humano fue condenado a la poesía. Así lo manifestó el día en que se conmemoró el vigésimo aniversario de la publicación de Híkuri, y lo dijo ante un público atónito por la presencia de este budista urbano, de este monje citadino, que como poeta anuncia la vida, que como hombre muestra lo que los otros, inmersos en su mismidad, son incapaces de observar: su propia condición humana. En la poesía existen poemas que han roto las fronteras genéricas y que no tienen cabida en las clasificaciones académicas; son pocos, pero son esos golpes los que sacuden a las mentes más "tiesas", así, si la sociedad niega al hombre, Híkuri lo reivindica, si el canon niega a Híkuri los otros, los lectores caminan por Híkuri en pos de la comprensión y la posibilidad de la existencia. José Vicente Anaya cruza los umbrales del canon, y desde la finitud del lenguaje funda un mundo poético de fe y esperanza para una sociedad acostumbrada a la soledad, al desasosiego y al silencio.
José Reyes González Flores
"En esta propulsión de nervios / ¿Qué ves, / en el lugar que pisa tu cabeza? / No más que calaberas en retoño?".