El Veneciano es un trabajo escritural de signos policiacos. En su interior, personajes, diálogos y eslabonamiento de acciones, conviven, permitiendo la apertura a la comarca de la confabulación y del suspenso. Su autor Guillermo Martínez Arámbula se las arregla para compaginar el objetivo de vincular su premisa: referir el génesis del asentamiento de la diáspora italiana en Chipilo, México, durante el ocaso de la Segunda Guerra Mundial pero que tiene una historia que data de 1882 cuando Porfirio Díaz permitió el establecimiento de siete colonias italianas en México, una de ellas en Chipilo, Puebla, con emigrantes de los pueblos de Treviso-, y la aportación vaga, si se quiere, de contribuir a la conservación del dialecto véneto en la localidad mencionada, más el armado de un truculento relato de fraudes, secuestros, y de policías, enredado con la relación amorosa entre Franco Tiépolo (a) El Veneciano, con Antara Vertier y una tercera en discordia, Nora Fuentes, ofreciendo visos de entretenimiento y refrendando la expectativa de la intriga en el corazón mismo de la novela.