“La poesía no tiene sentido como indagación, sino como revelación“ nos dice Fabio Morábito en el prólogo a este libro, el poemario más reciente de Rosa Gaytán. “Por eso el tema de la caza“, continúa Morábito, “además de aparecer en el título, está presente en varios poemas especialmente aquellos que tratan de la poesía misma“
¿Pero cómo relacionar el acto de escribir con el de cazar? La caza es un rito furtivo, silente, que requiere de flemática observación. No sólo involucra la captura y la muerte de una presea, supone también un aprendizaje, el conocimiento profundo de la otredad. Cazar es desarrollar un instinto de supervivencia que encuentra sus bases en el acecho y el descubrimiento. En Práctica de caza , Rosa Gaytán asume las cualidades inherentes a este acto desde lo escrito: la poesía implica la paciente espera para saber cuál es el momento adecuado y acechar cierta palabra, recuerdo, anécdota, sentimiento y plasmarlos en la escritura.
Rosa Gaytán nos revela en este libro los lugares donde encuentra sus presas, casi todos espacios de intimidad donde espera, paciente reconocer el desarrollo de la poesía.