Heberto se encuentra inmerso en un mundo de confusión y paranoia, se ha autodeclarado defensor de la patria y está convencido de que los gringos llevarán al país a la ruina. Desde su azotea –la cual ha transformado en trinchera–, vigila cada movimiento que ocurre en la línea fronteriza y comienza una persecución contra los gringos. El cazador de gringos nos permite dar una lectura diferente al tema de la migración, nos coloca del otro lado, nos da la posibilidad de dejar de ser víctimas para convertirnos en victimarios, y es que, ¿qué pasaría si intercambiáramos papeles con el país del norte?, ¿si el hostigamiento que sufren los migrantes mexicanos se diera hacia los gringos?