María Montes deja la ciudad en busca de un rincón dónde rehacer su vida que simplemente se ha roto. Desamor, abandono, la soledad del insomnio. A punto de cumplir cuarenta, la protagonista decide reconciliarse con la vida en un apacible rincón del Caribe mexicano. Así descubre que en esos parajes de exuberancia se esconde algo más que el engañoso paraíso de las revistas. Conocerá a viejos exploradores de la Lacandona, aventureros que buscan transformar esas playas infestadas por el jején, mujeres que, como ella, lo han perdido todo siguiendo a sus hombres por las trochas de aquel Infierno verde.
Pretendiendo componer “la novela de su vida” (auxiliada por su tutora, María Luisa Puga), María enfrentará así la violencia del trópico, el amor desnudo bajo las tormentas, los secretos de familia que nos persiguen con la saña de jaguar (que acecha a su perseguidor y lo enloquece en el corazón de la selva). La reconocida destreza de David Martín del Campo está presente, una vez más, en las páginas de La inocencia de María, una novela deslumbrante, sugestiva y fresca como pocas narraciones hoy.