Juan José Arreola pedía a sus alumnos escribir igual a como trabaja la madera un ebanista. A partir de esa idea, Humberto Guzmán decidió, en 1998, diseñar un curso-taller de novela para principiantes, a manera del tradicional taller de artes y oficios, en los que el novato aprende el oficio viendo, imitando, trabajando bajo la dirección de un maestro, y sería diferente a los talleres literarios ya conocidos, en los que se reúnen algunos nuevos escritores alrededor de un escritor con cierta presencia pública para someter a su crítica y a la de los otros participantes la obra ya escrita.
Aprendiz de novelista auxiliará, a aquel que se reconoce y se sabe escritor, a dar los primeros pasos en el sendero de la escritura de novela, desde el inicio del proyecto, sin proporcionarle recetas para crearla; así, conocerá las herramientas básicas y será el comienzo para convertirse en un autor de novelas.
Además, esta obra auxiliará al profesor a desarrollar la creatividad de sus alumnos por medio de la creación de pequeñas historias, y de paso en la necesaria tarea de información de lectores de literatura.