1995 / 19 sep 2018 13:28
El arte y las letras coloniales, que estudió con vehemencia y rigor, fueron los temas centrales de Francisco de la Maza (1913-1972). En torno al siglo xvii concentró sus estudios monográficos sobre el arte en varias ciudades: San Miguel Allende. Su historia. Sus monumentos (1939) –su primer libro–, La ciudad de Durango. Notas de arte (1947), “El arte en la ciudad de Nuestra Señora de los Zacatecas” (México en el Arte, número 7, 1949), El arte colonial en San Luis Potosí (1969); sobre aspectos de la Ciudad de México: La Ciudad de México en el siglo xvii (1968), El churrigueresco en la ciudad de México (1969) y Los templos de San Felipe Neri de la ciudad de México, con historias que parecen cuentos (1970) –que se extienden, estos dos últimos al siglo xiii–; los que se refieren a artistas o aspectos del arte colonial: El pintor Cristóbal de Villalpando (1964), Los retablos dorados de Nueva España (1950), “La decoración simbólica de la Capilla del Rosario en Puebla” (Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, volumen vi, número 23, 1955; y, por separado, Puebla, Ediciones Altiplano, 1971). Arquitectura de los coros de monjas en México (1956) y El alabastro en el arte colonial de México (1966). Todos estos estudios, coinciden, en términos generales, en el segundo siglo colonial. De la Maza expuso la historia de las ciudades y de sus personajes notorios para enmarcar el análisis del arte civil y religioso. En su libro sobre San Miguel de Allende, De la Maza fue uno de los primeros en llamar la atención sobre las pinturas y versos del padre Alfaro en el Santuario de Atotonilco; en su monografía sobre El arte colonial en San Luis Potosí, su tierra natal, y una de sus últimas obras, celebró como sigue su máxima joya:
El Carmen de San Luis Potosí es uno de los monumentos más espléndidos del Arte Barroco, a pesar de algunas mutilaciones que la ceguera del neoclásico cometió en él. Es el único templo que lleva retablos de piedra y encierra la portada más rica y fastuosa de América, la Portada de los Arcángeles, que da acceso al Sagrario, que es, también, el Camarín de la Virgen.[1]
Y en su libro sobre El pintor Cristóbal de Villalpando, “otra de sus obras de madurez” –opina Justino Fernández– dice de este pintor, contemporáneo de sor Juana Inés de la Cruz: “ellos son las glorias máximas del arte de la Nueva España y, hacia 1690, de todas las Españas” (página 244). El estudio pormenorizado de cada una de las obras de Villalpando, culmina con el estupendo análisis de cada aspecto de la Plaza Mayor de México, de 1695, “la más hermosa y espectacular pintura de la plaza mexicana que se haya pintado jamás”. (De la Maza contó 1283 figuras en este cuadro, pintada cada una con finura.
En las Cartas barrocas desde Castilla y Andalucía (1963) –que reúnen las que dirigió a fray Javier Christlieb OP–, relató con calidez y conocimiento sus impresiones, revelaciones y confrontaciones acerca del barroco español.
Al lado de sus estudios de crítica de arte, aquí reseñados parcial y sucintamente, es necesario mencionar los histórico-literarios que escribió Francisco de la Maza. Después de uno de sus trabajos iniciales, dedicado a Enrico Martínez, cosmógrafo e impresor de la Nueva España (1943), hizo notar, el primero, la importancia de los grabados de fray Diego Valadés, el franciscano tlaxcalteca que publicó e ilustró en Perugia, 1579, la Rethorica Christiana (reimpresa en facsímil y con traducción española, por el Fondo de Cultura Económica, en 1989): “Fray Diego de Valadés, escritor y grabador franciscano del siglo xvi” (Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, tomo iv, número 13, 1945, páginas 15-44, con 29 ilustraciones).
Otro estudio notable por su valentía y documentación, en tema tan espinoso, es El guadalupanismo mexicano (1953, 1981), en el que De la Maza prosigue, retoca y enriquece la indagación que iniciara Joaquín García Icazbalceta en su famosa carta de 1883.
Francisco de la Maza participó en el descubrimiento de “Los restos de Hernán Cortés” en 1946 y refirió en una crónica con este nombre (Cuadernos Americanos, tomo vi, número 2, marzo-abril de 1947) las circunstancias y pormenores de este hecho, y los antecedentes de los nueve entierros anteriores de los huesos del conquistador.
Catarina de San Juan. Princesa de la India y visionaria de Puebla (1971, 1990) se llama la curiosa y bien documentada historia que escribió De la Maza acerca de este singular personaje del siglo xvii. Años antes, Manuel Toussaint, tituló “La verdadera China Poblana” al prólogo que puso a la reimpresión (1946) del Compendio de virtudes de la venerable Catarina de San Juan, que escribió el bachiller José del Castillo Grajeda, en 1692 –y que es una de las fuentes del estudio de De la Maza–. Don Manuel mismo no encuentra fundamento para asociación de Catarina, la supuesta princesa hindú, esclava, virgen, casada, visionaria y milagrera, que vestía sólo andrajos, y que no era china, con la “China Poblana” y su arbitraria y colorida indumentaria. El libro de De la Maza expone sólo las complicaciones espirituales del singular personaje, sin intentar explicar su relación, si es que existe, con el tipo popular. Rafael Carrasco Puente es autor de una curiosa Bibliografía de Catarina de San Juan y la China Poblana (1950, con prólogo de Carlos González Peña, 131 entradas y 31 láminas que muestran la evolución de la “China” a partir del siglo xix).
A sor Juana Inés de la Cruz dedicó Francisco de la Maza admiración constante y a lo largo de más de treinta años le dedicó veintiún artículos, fascículos o libros en los que estudió su convento, su vida conventual, el ambiente artístico, los elogios de sus contemporáneos, su tumba, sus “pobrezas”, sus turgencias en algún retrato, sus autógrafos, su gusto por la paradoja, la traducción al ruso de algunas de sus obras, sus relaciones con Carlos de Sigüenza y Góngora y ruta de Nepantla a San Jerónimo. Los más sustanciosos de estos estudios son el folleto con ilustraciones llamado El sepulcro de Sor Juana Inés de la Cruz. Breve crónica del templo de San Jerónimo y de la restauración de sus coros (1967), rescate del que De la Maza fue el principal promotor, y la gran recopilación titulada Sor Juana Inés de la Cruz ante la historia. (Biografías antiguas. “La fama” de 1700. Noticias de 1667 a 1892) (póstuma, 1980). De la Maza dejó esta obra sin concluir y, aunque fue revisada por Elías Trabulse, adolece de fallas que no oscurecen interés de esta colección.
Así como Francisco de la Maza porfió hasta conseguir que se rescataran y dignificaran los recintos en que vivió y murió sor Juana Inés de la Cruz, dio muchas otras batallas en defensa de nuestro tesoro artístico. En sus cátedras y conferencias, en la prensa y mediante gestiones con párrocos y funcionarios, De la Maza denunció robos y falsas atribuciones, protestó por aprobaciones arbitrarias de los monumentos y peleó contra los anuncios comerciales y los despropósitos en las nomenclaturas. Una de sus batallas más sonadas fue para lograr la restauración del Altar del Perdón y la sillería del Coro, de la Catedral Metropolitana, destruidos en parte por el incendio del 17 de enero de 1967, y para protestar por el absurdo de los vitrales ambarinos que se pusieron en los ventanales.
El amor por la belleza y la búsqueda de nuestras raíces llevaron a De la Maza a dedicar cuatro de sus libros a temas clásicos. Antinoo. El último dios del mundo clásico (1966), La mitología clásica en el arte colonial de México (1968), Antiguas historias de amor (1968) y dejó inédito La erótica homosexual en Grecia y Roma (1985, con prólogo de Salvador Moreno).
Elisa VargasLugo hizo una selección de Obras escogidas de De la Maza, con estudio preliminar (unam, 1992).
Sobre De la Maza, véanse: Homenaje, Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, volumen xi, número 41, 1972, estudios, currículum y bibliografía; Retablo barroco a la memoria de Francisco de la Maza, México, unam, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1974, y Elsa Leticia Talavera Solórzano, Bibliografía sobre arte colonial de Francisco de la Maza, México, inah (Cuadernos de Trabajo, 5), 1978.
14 ago 2000 / 19 oct 2018 16:04
Cursó la primaria y secundaria (1920-1932) en San Luis Potosí, el bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria (enp) (1933-1934), y los estudios profesionales en la Escuela Nacional de Jurisprudencia (1935-1938) y en la Facultad de Filosofía y Letras (ffl) (1938-1942) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), donde obtuvo los grados de maestro (1944) y doctor en Letras (1953), en Letras con especialidad en Historia. Ejerció la docencia en la Escuela Luis G. León de la Secretaría de Educación Pública (sep) (1936-1938), en la Escuela Normal de Mujeres (1942-1947), en la Escuela Normal de Música (1945-1949), en la ffl (1945-1965), en la Escuela Normal Superior (1946-1947), en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (enah) (1946-1959), en El Colegio de México (colmex) (1947-1949), en el Mexico City College (1948-1953), en la Escuela Nacional Preparatoria (enp) (1953-1959) y, como profesor visitante, en la Universidad de Texas (1954). Fue investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas desde 1941 hasta su muerte, en 1972. Colaboró en periódicos y revistas como Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, Artes de México, Ábside, Arquitectura, Caminos de México, Cuadernos Americanos, Estilo, Letras de México, El Hijo Pródigo, Historia Mexicana, Letras Potosinas, México en el Arte, Universidad de México, El Nacional y su suplemento “Revista Mexicana de Cultura”, Excelsior; Novedades y su suplemento “México en la Cultura” (1950-1971).
Francisco de la Maza Cuadra, además de su labor de conservación, protección y rescate del patrimonio artístico de México, se distinguió como docente e investigador del arte novohispano, tema sobre el cual publicó numerosos libros y artículos. El guadalupanismo mexicano es un riguroso análisis historiográfico del culto a la Virgen de Guadalupe, desde sus orígenes hasta el asentamiento triunfal del mismo. Sus estudios sobre arte virreinal mexicano fueron publicados en La ciudad de Cholula, San Miguel de Allende, La ciudad de Durango y La ciudad de México en el siglo xvii, donde hace una descripción iconográfica y arquitectónica de esos sitios y analiza la sociedad novohispana de la época. Cartas barrocas desde Castilla y Andalucía es un análisis comparativo del barroco español en ambas regiones con el de las obras de México. De sus ensayos sobre arte religioso virreinal destacan El palacio de la Inquisición, Arquitectura de los coros de monjas en México y Retablos de la Nueva España; en este último examina los orígenes y desarrollo de los retablos en la época novohispana. El estilo Luis xvii, refutación a un cuento de José Rojas Garcidueñas, es una conferencia que dictó en el xiv Congreso de Historia en Salamanca, donde explica que el estilo Luis xvii existió en el arte francés y se generó en la época que va de 1810 a 1821 y lo atribuye a un caso de transculturación artística con estilo mudéjar (español) y tequitqui (mexicano). En Sor Juana y don Carlos alude a sendos sonetos de Sor Juana Inés de la Cruz y de Carlos de Sigüenza y Góngora que no habían sido estudiados, donde se manifiesta un posible resentimiento intelectual entre ambos escritores. En Sor Juana Inés de la Cruz ante la historia recopiló ensayos críticos en torno a la obra de la poetisa. Obras escogidas es una recopilación de artículos escritos por Francisco de la Maza y publicados anteriormente en libros, revistas y suplementos.
- Efe de la Eme
Instituciones, distinciones o publicaciones
Secretaría de Educación Pública (SEP)
Facultad de Filosofía y Letras FFyL (UNAM)
El Colegio de México COLMEX
Universidad Nacional Autónoma de México UNAM
University of Texas at Austin
Ábside. Revista de cultura mexicana
Cuadernos Americanos. La revista del mundo nuevo
Estilo. Revista de cultura
Letras de México. Gaceta literaria y artística
El Hijo Pródigo. Revista Literaria
Letras Potosinas. Vocero de cultura
México en el Arte
Revista de la Universidad de México
El Nacional
Hispanic Society of America
Instituto de Investigaciones Estéticas IIE (UNAM)
Artes de México y del Mundo
Letras Potosinas. Vocero de cultura