En el marco de la revaloración mexicana durante el siglo xix y principios del xx, Victoriano Salado Álvarez (Teocaltiche, 1867 - México, 1931) interesa tanto a los estudiosos de la literatura y de la vida diplomática como a los historiadores en general, a los lingüistas, a los bibliómanos y a los tranquilos lectores de cuentos y novelas. La honestidad, la entereza, la erudición y la agilidad con el lápiz del autor de los Episodios nacionales mexicanos son valores siempre vigentes, que las páginas de esta biografía ponen en primer plano.
A Victoriano le tocó vivir el esplendor y la catástrofe del régimen personal más largo de nuestra historia: el de Porfirio Díaz, quien fue presidente de la República durante casi 30 años y se guió por la convicción de que el ingreso de México al concierto de naciones merecía todo los sacrificios necesarios de la población común.
Testigo del desarrollo de la modernidad liberal y de la positivista como grandes edificios teóricos, en los cuales la literatura asumía un sitio estratégico como “historia para el pueblo”, Victoriano conoció de cerca la difícil transformación de esas modernidades conceptuales en prácticas cotidianas de gobierno; fue así, un actor de alto rango en le permanente debate, muchas veces subterráneo, sobre las medidas más adecuadas para conducir el país.
La biografía es un género que apenas sea aclimata en México. Un porfirista de siempre. Victoriano Salado Álvarez (1867-1931) está entre los trabajos pioneros para una tradición a la que no puede sino augurarse larga vida entre nosotros.