Después de Julio Cortázar no hay nada más natural que asociar la contundencia de un nocaut con la fuerza de un texto breve y bien escrito.
Aldo Flores convocó a escritores y escritoras de ocho países a participar en este volumen, donde se pueden disfrutar los golpes de la paradoja (primer round), la intertextualidad (segundo round) y, sobre todo, el juego y la ironía (tercer round).
Trotar en las madrugadas. Escuchar la voz del sparring. Inscribirse en el torneo barrial. Asistir al pesaje oficial. Subir al ring. Chocar los guantes con el contrincante. Lazar golpes directos, uppercuts, ganchos, jabs. Dar un buen derechazo. Recibir un fuerte cruzado de izquierda. Escuchar los gritos de la multitud.
En los minicuentos de este libro no sólo hay peleas, sino también erotismo, tragedia y política. Incluso ciencia ficción. La angustia de la esposa que observa la pelea desde su butaca. La cama de los amantes como cuadrilátero. Un narrador abrumado, apela al Consejo Mundial de Minicuento.
Ahora es el turno de los lectores. Suena la campana. En caso de ser necesario, los lectores tendrán que llegar a una decisión técnica.
Lauro Zavala